El turismo nórdico sigue consolidándose como uno de los pilares más importantes para Gran Canaria, especialmente durante la temporada invernal de 2024. Este tipo de turismo representa alrededor del 30% del total de visitantes que llegan a la isla, con una previsión de superar el millón. de turistas nórdicos este año. Procedentes principalmente de países como Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca, los turistas nórdicos prefieren Gran Canaria por su clima templado durante el invierno, convirtiendo a la isla en uno de sus destinos de invierno favoritos en Europa.
Además, el turismo nórdico ha mostrado un crecimiento significativo en los últimos años. En 2023, las llegadas desde los países nórdicos aumentan un 22%, lo que refuerza las expectativas para 2024. La demanda aérea desde estos países también sigue en alza, con nuevas rutas y un incremento en las reservas, especialmente desde Finlandia y Noruega. Las aerolíneas como Air Baltic, con base en Riga, han ampliado sus conexiones. Estos turistas suelen tener un alto nivel de gasto y buscan experiencias que les permitan conocer más sobre la isla, lo que beneficia tanto al sector hotelero como a otros segmentos, como la gastronomía y el turismo cultural. Esto reafirma el potencial del turismo nórdico para seguir siendo un motor clave de la economía insular en 2024.
La historia del turismo sueco en Maspalomas, en el sur de Gran Canaria, tiene raíces profundas que se remontan a la década de 1960. Durante esta época, Maspalomas comenzó a desarrollarse como un destino turístico de relevancia internacional, y los suecos fueron unos de los primeros turistas europeos en descubrir las bondades climáticas y paisajísticas del sur de Gran Canaria. Atraídos por el clima cálido durante todo el año y las vastas playas de arena dorada, los turistas suecos rápidamente se convirtieron en un grupo significativo dentro del auge del negocio.
La popularidad de Maspalomas entre los suecos se intensificó gracias a la expansión del sector hotelero y la construcción de complejos turísticos específicamente diseñados para atraer a los nórdicos. Además, el aumento de los vuelos chárter desde Suecia facilitó un flujo continuo de turistas durante las siguientes décadas. En ese contexto, Maspalomas se convirtió en un destino de sol y playa preferido por los suecos.
El turismo sueco en Maspalomas no solo ayudó a consolidar el sur de Gran Canaria como un destino internacional, sino que también influyó en el desarrollo de una infraestructura turística más sofisticada y en la creación de empleos relacionados con el sector servicios. A lo largo de los años, la comunidad sueca ha mantenido una relación sólida con la isla, tanto a nivel turístico como de residencia, con la apertura de negocios y servicios orientados a este mercado. En la actualidad, el sur de Gran Canaria, y particularmente Maspalomas, sigue siendo un lugar de referencia para los turistas suecos, quienes han contribuido a la construcción de una historia compartida entre Suecia y Gran Canaria.