La Ruta Canaria se ha convertido en un punto crítico para la migración hacia Europa, con miles de personas llegando a las costas canarias cada año. Esta situación recuerda a la crisis que Italia ha enfrentado en el Mediterráneo
Desde 2023, más de 20,000 migrantes han llegado a las Islas Canarias, procedentes principalmente de países del África Occidental como Senegal, Mauritania y Gambia. En 2024, hasta septiembre, las cifras ya superan las 25,000 llegadas, destacando un aumento significativo en el número de menores no acompañados. Estos jóvenes huyen de condiciones extremas en sus países de origen, buscando seguridad y oportunidades.
Además del flujo africano, se observa una nueva ruta migratoria desde Asia. Migrantes provenientes de Bangladesh y Pakistán están siendo transportados por redes mafiosas que operan a través del continente africano. Estas organizaciones criminales prometen viajes seguros hacia Europa a cambio de grandes sumas de dinero.
La saturación en Canarias es evidente; los centros de acogida están desbordados y los recursos son insuficientes. Las autoridades locales han intentado trasladar a los menores a otras regiones de España o incluso a otros países europeos, pero estas soluciones han sido sistemáticamente rechazadas. Sin una respuesta efectiva del gobierno central, Canarias enfrenta sola esta crisis humanitaria creciente.