Los funcionarios y empleados públicos que este domingo se han manifestado en Maspalomas contra el destino, apenas había gente del sur de la isla, casi todos venían de Las Palmas, ha generado la previsible huella digital justo cuando el destino comienza su temporada alta de turismo. La imagen de unos turistas de Tenerife asediados por las manifestaciones ha dado la vuelta al mundo al igual que la de niños de turistas llorando por el ruido. Este lunes los turoperadores comenzarán a presionar a la baja precios de camas.

El acto de este domingo en el sur de Gran Canaria es el primero de una serie de movilizaciones que ya han desviado compras de paquetes de camas hoteleras a Turquía porque se considera a Canarias, mayormente Tenerife como cuando el Covid19, un destino de riesgo. Las manifestaciones tuvieron lugar en los destinos turísticos del archipiélago, entre ellos San Bartolomé de Tirajana. Los organizadores estimaron que asistieron alrededor de 5.000 personas, mientras que las autoridades locales informaron de entre 1.000 y 2.000 asistentes.

Bajo el lema 'Canarias tiene un límite', los manifestantes reclamaron al Gobierno la adopción de un nuevo modelo de gestión del turismo. Entre sus demandas se encontraban una tasa turística para visitantes extranjeros, una moratoria a los alquileres de corta duración, salarios más altos para los trabajadores del sector turístico y restricciones a la compra de viviendas por parte de no residentes. Algunos manifestantes corearon: 'No es turismo, es colonialismo' Las protestas se organizaron como continuación de la del 20 de abril, que congregó a decenas de miles de personas. Los organizadores afirman que el gobierno aún no ha tomado medidas para atender sus demandas.