Las exportaciones del tomate en el sur y zona sureste de Gran Canaria ya son algo para la historia. Entre 2018 y 2023, la producción y exportación de tomates en el sur de Gran Canaria experimentó una notable reducción debido a varios factores. Los empresarios de Las Palmas dueños del sector entran en otros negocios como la energía renovable que goza de regulación y ayudas oficiales. Los nietos de los tomateros al menos cobrarán algo mejor que las miserias que generaba este producto.
El futuro del sector tomatero en Canarias depende de su capacidad para innovar y diversificar. Mientras que Marruecos sigue expandiendo su producción y exportación, Canarias busca reorientar parte de su actividad hacia otros cultivos como pimientos y aguacates, lo que representa una estrategia de supervivencia para los agricultores locales afectados por la competencia externa.
En 2018 las exportaciones fueron aproximadamente 65.000 toneladas en Gran Canaria. El covid19 terminó por ubicar la producción en aproximadamente 50.000 toneladas y en 2021 se llegó a aproximadamente 45.000 toneladas. La recuperación es lenta. Las restricciones logísticas y la competencia con productores más cercanos a los mercados europeos, como Marruecos, continuarán afectando negativamente y las exportaciones siguieron cayendo debido al aumento de los costos de insumos, como el agua y la energía, y una creciente presión de las importaciones más baratas desde el norte de África: 38.000 toneladas
Se mantuvo la tendencia a la baja, aunque la demanda se mantuvo estable en mercados tradicionales como el Reino Unido y Países Bajos. Sin embargo, el precio bajo del tomate marroquí siguió erosionando la competitividad. La estimación de 2024 se ubica en 35.000 toneladas. Para 2024, se espera que las exportaciones continúen disminuyendo debido a la persistente competencia y las dificultades relacionadas con el cambio climático y la escasez de agua.
Las causas incluyen la competencia de Marruecos, el impacto del Brexit y la crisis sanitaria del COVID-19, que afectarán tanto la demanda como los costos de producción. A pesar de los esfuerzos para reconvertir el sector y apoyarlo con subvenciones europeas y locales, la superficie dedicada al cultivo de tomates en Canarias ha disminuido, con un enfoque hacia otros productos.
En comparación, Marruecos ha fortalecido significativamente su posición en el mercado internacional de tomates durante el mismo período. En 2022, las exportaciones marroquíes de tomates crecieron un 35% respecto al año anterior, alcanzando un valor de 10.411 millones de dirhams (aproximadamente 950 millones de euros). Marruecos se consolidó como uno de los principales exportadores mundiales, con Francia, Reino Unido y Países Bajos como sus mayores compradores.
La competencia directa entre Canarias y Marruecos es especialmente crítica en el mercado europeo. Marruecos ha aprovechado su ventaja en costos y la eliminación de aranceles para acceder a nuevos mercados, lo que ha puesto bajo presión a los productores canarios, quienes no pueden competir en precio, especialmente tras la salida del Reino Unido.