El fotógrafo Nacho González Oramas explora la belleza de la isla en una travesía única hacia la Mesa de Acusa, capturando la esencia del paisaje en la serie ‘De Ruta Con…’
La ruta que se extiende entre Roque García y Acusa, en pleno Parque Rural del Roque Nublo, invita a los caminantes a sumergirse en un entorno de impresionante valor natural y patrimonial. Este camino, registrado como la S-88 en grancanariasenderos.com de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, se abre paso entre paisajes de roca volcánica, almendreros y pinos, ofreciendo una conexión profunda con el entorno y el legado aborigen de la zona.
A lo largo de los cinco kilómetros que conforman esta ruta, los viajeros pueden percibir los sonidos de la naturaleza insular. Desde el canto de los pinzones y el vuelo de las aguilillas hasta el eco de las cencerras de las ovejas que acompañan a los pastores de la cumbre, el recorrido se convierte en un diálogo constante con la biodiversidad del lugar.
La ruta culmina en la Mesa de Acusa, una Zona Arqueológica declarada Bien de Interés Cultural. A lo largo de esta travesía, se despliega una variedad de flora autóctona que va desde los arbustos de retama hasta los tomillos y codesos, creando un contraste vibrante con las tonalidades de las antiguas rocas volcánicas.
Cuando el día se apaga, el paisaje se transforma en una sinfonía de colores rojos, naranjas y violetas que bañan las paredes del Bentayga, un monumento natural que simboliza la conexión entre el cielo y la tierra en la cultura prehispánica. A medida que el sol desciende y las nubes rodean el Roque Nublo, la isla parece extender una invitación para descubrir sus misterios y disfrutar de su inmensidad.
Al final de este sendero, el viajero no solo llega a un destino físico, sino a una experiencia que conecta el presente con la memoria de Gran Canaria.