El consejero delegado de TUI, Sebastián Ebel, recordó este miércoles a la consejera regional de Turismo de Canarias, Jessica de León, en la World Travel Market (WTM) de London que "en tiempos difíciles" es preciso que destinos como el sur de Gran Canaria sean tenidos en cuenta "nuestros valiosos proveedores" y se preguntó que "¿Cómo generar crecimiento en destinos donde se necesita y se desea?" y se respondió él mismo: "trabajando en estrategias exitosas para el futuro. Hacerlo sobre la base de relaciones duraderas" para darle "juntos" forma "al futuro".
Ebel ha sido en el encuentro mantenido con De León diplomático pero ese mensaje de "trabajar juntos" tiene otra carga de profundidad. Tras reunirse con la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias mantuvo una reunión con el ministro de Turismo de Turquía, que es el 'plan B' de TUI para desestacionalizar la oferta si la gente de Las Palmas capital con apartamentos en Playa del Inglés y Maspalomas sigue vendiendo alojamientos con Airbnb o Booking.com.
Los apartamentos en Playa del Inglés que trabajan con TUI han enfrentado diversos problemas en los últimos años, principalmente relacionados con el mantenimiento, la calidad del servicio y las condiciones de los contratos establecidos entre los operadores turísticos y los propietarios de los complejos. Una de las principales quejas de los propietarios es que, en muchos casos, los contratos con TUI requieren ajustes significativos en las instalaciones para cumplir con los estándares de la agencia, lo que genera costos adicionales. Además, los bajos precios de reserva ofrecidos a través de TUI, destinados a atraer más turistas, a menudo afectan los márgenes de beneficio de los propietarios.
Otro desafío es la falta de flexibilidad en los términos de ocupación y en la renovación de los espacios. Algunos propietarios también han expresado preocupación sobre el desgaste de las instalaciones debido a la alta rotación de turistas, que puede afectar negativamente la imagen de los apartamentos y hacer que las reseñas sean menos favorables. La fuerte competencia y la variabilidad en la demanda de alojamiento en Playa del Inglés también intensifican estas dificultades, lo que lleva a algunos complejos a considerar la opción de gestionar sus reservas de forma independiente, sin depender del mayorista alemán.
