Desde hace varios días, el sur de Gran Canaria experimenta un episodio de calima, provocado por la llegada de polvo en suspensión procedente del Sáhara. Este fenómeno ha reducido significativamente la visibilidad y afectado la calidad del aire. Según la AEMET, los índices de calidad del aire pueden alcanzar niveles poco saludables, especialmente en zonas bajas y costeras.

Se recomienda a la población tomar precauciones, como evitar actividades al aire libre, cerrar ventanas y usar mascarillas si es necesario, sobre todo para personas con problemas respiratorios o cardiovasculares.

En cuanto a las temperaturas, se prevé un ligero descenso durante el fin de semana. Las máximas oscilarán entre los 23 y 26 grados en las zonas costeras, mientras que en las medianías y cumbres los valores serán más frescos, con mínimas alrededor de los 14 grados.

A partir del viernes, la nubosidad aumentará progresivamente, con posibilidad de lluvias débiles y aisladas en las vertientes norte y este de la isla. En el sur, estas lluvias podrían ser menos frecuentes, pero no se descartan algunas precipitaciones esporádicas durante la tarde del sábado.

El viento será de componente este a sureste, soplando de forma moderada en la mayoría de las zonas del sur. Sin embargo, en áreas de cumbre y zonas expuestas, las rachas podrían alcanzar los 30 km/h.