Además de ordenar el negocio de los especuladores de apartamentos de Las Palmas en el sur de la isla, que se empeñan en vivir en mitad del destino, el sector turístico de Maspalomas en 2025 enfrenta varios retos significativos. En primer lugar, la sostenibilidad es un desafío crucial. Con el aumento de la conciencia ambiental, se espera que los turistas prefieran destinos que adopten prácticas sostenibles. A pesar de las desgracias de tener que soportar los bloqueos desde Las Palmas, 2025 será clave para el arranque de nuevos proyectos inmobiliarios en el sur de la isla.
En materia de renovación de infraestructuras, para cumplir con los compromisos con inversores, el Consorcio Maspalomas Gran Canaria, integrado por el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, ha evaluado recientemente los proyectos ejecutados en 2024 y ha destacado la importancia de la gestión interna para la modernización de Maspalomas. Se prevé que el Sistema Dinámico de Adquisiciones acelere estos proyectos de transformación para 2025.
Maspalomas tira del Producto Interno Bruto (PIB) de Canarias para 2025,que se estima que crecerá un 1.9% en términos de volumen, según Airef. Además, se espera que la comunidad autónoma mantenga un superávit del 0.5% del PIB. Estas previsiones reflejan un entorno económico positivo, aunque es importante tener en cuenta que factores como la inestabilidad geopolítica y los cambios en el mercado global pueden influir en estos resultados.
En 2024, el sur de Gran Canaria, especialmente la zona de Maspalomas, ha consolidado su posición como uno de los destinos turísticos más destacados de las Islas Canarias. Maspalomas registró una tasa de ocupación por habitaciones del 83,54%, indicando una alta demanda y preferencia por este destino entre los turistas y se contabilizaron 7.218.739 pernoctaciones en los establecimientos de la zona, lo que refleja la estancia prolongada de los visitantes y su contribución significativa con un total de 844.396 viajeros se alojan en la capital económica de Canarias.
Pero en 2025, hay tareas pendientes: La pandemia aceleró la adopción de tecnologías digitales en el sector turístico, y se espera que esta tendencia continúe. La inteligencia artificial y el cloud computing están transformando la forma en que los turistas reservan y experimentan sus viajes. En Europa, el turismo contribuye significativamente a las economías nacionales, con países como España y Francia dependiendo en gran medida de este sector.
Además, la competencia en el mercado es un desafío constante. Maspalomas debe diferenciarse de otros destinos turísticos ofreciendo experiencias únicas y personalizadas. La industria hotelera en Europa ha visto un aumento en los precios debido a la alta demanda y la limitada oferta, lo que también afecta a Maspalomas. En 2024, las Islas Baleares, por ejemplo, experimentaron un incremento del 36% al 51% en los precios hoteleros.
Finalmente, la inestabilidad geopolítica y la economía global también representan riesgos para el sector turístico. La debilidad de las principales economías emisoras de turistas, como Alemania y el Reino Unido, puede afectar el flujo de visitantes a Maspalomas. A pesar de estos desafíos, el sector turístico tiene el potencial de adaptarse y crecer, aprovechando las oportunidades emergentes y mejorando la experiencia del viajero.