Solamente en los complejos hoteleros de Lopesan en Meloneras había más gente que en todo el norte de Gran Canaria en sus calles con las dos o tres verbenas que les hicieron. Las redes sociales de los turistas en el sur de Gran Canaria han hecho una vez más su magia al celebrar la entrada en 2025 por todo lo alto con sus amigos y familiares. En Playa del Inglés la fiesta del centro comercial Yumbo fue un nuevo motor promocional de la capital turística de Canarias. Ambas localidades, aunque cargadas de historia y encanto, carecen de una infraestructura hotelera significativa para atraer al turismo de masas que se espera en estas fechas. El turismo lo pone el sur para generar ingresos y en el norte se gasta.
Frente al espectáculo del sur de las islas, el derroche. Las campanadas de fin de año, emitidas desde Gáldar y Arucas por TV Canaria y TVE, han suscitado críticas y decepciones. En el caso de Gáldar, el evento ha sido percibido como un guiño político de Coalición Canaria hacia Teodoro Sosa (BNR), figura destacada en el municipio, lo que ha restado neutralidad al acto. Por su parte, la elección de Arucas ha generado escepticismo, vinculada al único ministro canario en Madrid, del PSOE, partido que, pese a sus diferencias históricas con el PP, mantiene alianzas políticas locales que contrastan con los discursos de memoria histórica de figuras como Ángel Víctor Torres.
Más allá de la polémica política, las críticas también han señalado un error estratégico en la promoción turística: Al contrario que Telecinco, que fue a una zona turística, las cadenas oficiales parecen haber ignorado destinos como el sur de Gran Canaria, epicentro turístico con camas hoteleras y servicios capaces de captar una audiencia internacional. Este enfoque ha dejado la sensación de que las campanadas, lejos de ser un escaparate de proyección global, se han convertido en un ejercicio de promoción local con poco impacto real en el panorama turístico.
El cambio de año en Maspalomas, abandonadas por las cadenas oficiales, ha marcado una tendencia que refleja el cambio en los hábitos de consumo: cada vez menos personas siguen las tradicionales campanadas por televisión, optando en su lugar por las redes digitales como la plataforma preferida para vivir el inicio del nuevo año. En este emblemático enclave turístico, donde la innovación y la modernidad son parte del día a día, las celebraciones de fin de año han adoptado un carácter más dinámico, interactivo y adaptado a las nuevas generaciones.
Con este fenómeno, Maspalomas se desmarca de lo que algunos consideran un "bodrio" televisivo en las campanadas tradicionales, ofreciendo experiencias más atractivas para locales y turistas. Las redes sociales, transmisiones en vivo desde eventos icónicos, y contenidos personalizados han convertido la Nochevieja en el sur de Gran Canaria en un evento fresco y adaptado a las tendencias del siglo XXI, dejando atrás las viejas fórmulas que cada vez tienen menos audiencia.