Meeting Point, una cadena hotelera con una fuerte presencia en Canarias ha crecido con complejos como los alquilados por Acosta Matos u otros de estructura más pequeña como la familia Molina en Las Palmas, se encuentra inmersa en una compleja negociación con sus acreedores para refinanciar una deuda cercana a los 100 millones de euros y que puede no solamente tener atrapada a proveedores de inmuebles sino a pequeñas empresas industriales. La compañía, que entró en una espiral de autodestrucción desde que decidió dejar el sur de Gran Canaria en favor de Las Palmas, que ha solicitado ayuda a la SEPI, busca reestructurar su pasivo y encontrar una nueva estructura de capital que le permita afrontar la crisis. La quiebra de su matriz alemana, FTI, ha agravado la situación financiera del grupo.
La SEPI, entidad pública dependiente del Ministerio de Hacienda, se encuentra en el centro de esta negociación, ya que Meeting Point solicitó un rescate de 66 millones de euros a través del fondo FASEE. Sin embargo, el buen desempeño inicial de la compañía ha llevado a la SEPI a renegociar los plazos de amortización con otros beneficiarios de estos fondos. La empresa canaria ha elegido a FTI Consulting como asesor, mientras que bancos como BBVA, Santander y CaixaBank figuran entre sus principales acreedores. Acosta Matos tiene alquilado el BEX de Las Palmas y su inmueble del Labranda Marrieta a Meeting Point.
La situación de Meeting Point tiene un impacto significativo en el sector hotelero canario, donde la compañía opera 26 hoteles. La división hotelera de Meeting Point ha demostrado ser estable, y la empresa espera una temporada de invierno positiva. Sin embargo, la necesidad de refinanciar la deuda y encontrar una solución a largo plazo pone en juego el futuro de miles de empleos directos e indirectos en Canarias. Tanto Meeting Point como su matriz alemana están buscando soluciones a largo plazo para garantizar la viabilidad del negocio hotelero en España. El administrador concursal de FTI ha señalado que se está trabajando para encontrar una estructura que permita al negocio hotelero español continuar operando de manera sostenible. Además, se han recibido acercamientos de interesados en adquirir algunos de los activos hoteleros de la compañía.
El futuro de Meeting Point dependerá en gran medida del éxito de las negociaciones con los acreedores y de la capacidad de la empresa para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. La situación de esta cadena hotelera pone de manifiesto los desafíos a los que se enfrenta el sector turístico en un contexto marcado por la crisis sanitaria y la incertidumbre económica. La resolución de este caso servirá como referente para otras empresas del sector que se encuentren en situaciones similares.
