Ryanair aboga por limitar el consumo de alcohol para evitar situaciones de tensión y altercados que pueden acabar provocando retrasos y desvíos
La aerolínea low cost Ryanair ha solicitado recientemente a la Unión Europea que se limite la venta de alcohol en los aeropuertos de toda la región, especialmente en vuelos internacionales. La medida surge como respuesta a los múltiples incidentes relacionados con el consumo excesivo de alcohol por parte de los pasajeros, lo que ha dado lugar a comportamientos violentos y altercados a bordo de los aviones.
En su solicitud, Ryanair ha destacado que la situación en algunos aeropuertos, como los del archipiélago, se ha vuelto insostenible. La aerolínea considera que los niveles de consumo de alcohol antes de embarcar están afectando la seguridad y el bienestar de los viajeros y la tripulación.
Según Ryanair, permitir que los pasajeros consuman bebidas alcohólicas de forma descontrolada en las terminales de los aeropuertos es una de las "gotas que colma el vaso" de un problema que ha ido empeorando con el tiempo sobre todo a la hora de interactuar con estos pasajeros, que en muchas ocasiones reaccionan con agresividad ante el personal de tierra y de vuelo.
De acuerdo con la aerolínea irlandesa, esta situación ha sido especialmente evidente en los aeropuertos de alto tráfico turístico, como los de las Islas Canarias, donde miles de turistas pasan por las terminales cada día. Según la denuncia de la aerolínea, la combinación de alcohol, largas esperas y la proximidad de los vuelos de ocio y vacaciones estaría contribuyendo a un aumento de los incidentes en los aviones, que han llegado a provocar desvíos, retrasos y que suponen un riesgo a bordo ante la falta de control de muchos pasajeros con el alcohol.
Sin ir más lejos, este fin de semana un vuelo de Ryanair que salía de Lanzarote con destino Santiago de Compostela sufrió un retraso de 40 minutos tras un altercado con un pasajero que se negó a mostrar su tarjeta de embarque y que fue desalojado del avión por la Guardia Civil. Sin embargo, las autoridades no han confirmado si este incidente está relacionado con el consumo de alcohol.
Sin embargo, el incidente (entre tantos otros) que sí fue provocado por el consumo de alcohol fue el protagonizado por un pasajero a bordo de un vuelo de Ryanair que tenía previsto aterrizar en Lanzarote y que tuvo que ser desviado a Oporto por los incidentes provocados tras embarcar borracho.
La gracia de pasarse de copas provocó que la aerolínea reclamara a este pasajero los gastos ocasionados por el desvío, que ascendieron a 15.350 euros.
La propuesta de Ryanair consiste en limitar el consumo de alcohol en los aeropuertos a un máximo de dos bebidas por pasajero antes del embarque, así como en la venta de bebidas alcohólicas durante el vuelo. De este modo, la aerolínea pretende reducir los altercados y garantizar un ambiente seguro para todos los viajeros.
La petición ha generado diversas reacciones. Por un lado, varios sectores del transporte aéreo apoyan la iniciativa, señalando que es un paso más para mejorar la seguridad y prevenir situaciones de tensión durante los vuelos.
Por otro lado, existen voces en contra que consideran que limitar el consumo de alcohol mermaría a los negocios de hostelería presentes en los aeródromos y que podría llegar a afectar negativamente la experiencia de los pasajeros que apuestan por un consumo responsable en vuelos largos o de ocio. Entre las posturas contrarias también se encuentran aquellos que se escudan en la libertad individual para “defender” el consumo libre de alcohol, como la criminóloga Beatriz de Vicente, que aseguró en La Sexta que “no puedes evitar que ningún ciudadano beba”