El gerente de la cementera española Ceisa en el sur Gran Canaria, Claudio Piernavieja, tiene desde este mes de marzo un nuevo jefe: el marroquí Hatim Benmoussa, presidente en España de Votoratim, el socio al 50% con la asturiana Corporación Masaveu de la cementera ubicada hasta ahora sobre suelo de Puertos Canarios, entidad pública del Gobierno de Canarias. Benmoussa lleva toda su vida profesional dedicada al cemento y es una de las mayores autoridades mundiales especializadas en este negocio. La llegada de Benmoussa al negocio del cemento al sur de Gran Canaria llega en un momento en el que operadores del suelo mantienen contactos con cementeras radicadas en el Sáhara para que puedan proveer de esta materia prima en Canarias.
Benmoussa comenzó su carrera en el negocio del cemento en 1997. Trabajó para Holcim en Marruecos y Líbano. Más tarde trabajó para Cimpor en Egipto. Luego, en 2012, asumió el cargo de COO en Marruecos dentro de Votorantim Cimentos. De 2016 a 2018, trabajó como consejero delegado de Votorantim en China hasta que la empresa se marchó de ese mercado. Además de consejero delegado en Turquía ocupa la presidencia y las máximas responsabilidades por la parte brasileña en España en filiales como Ceisa y las otras que tiene en Tenerife.
La multinacional ha decidido mantener su posición estratégica en el consejo de administración, ocupando la vicepresidencia mediante el ejecutivo Hatim Benmoussa, quien asumió el cargo en octubre de 2024 en sustitución de Antonio Sousa. La dueña de Ceisa al 50% tiene como principal actividad el turismo: opera en 19 países, emplea a más de 34.000 personas y cuenta con activos valorados en más de 8.000 millones de euros. Esta renovación del liderazgo en Ceisa coincide con un momento crítico: el conflicto abierto entre el Gobierno de Canarias y el uso industrial del puerto de El Pajar en Arguineguín, reforzando la representación del capital brasileño dentro de la compañía.
La cultura medieval, aunque distante en el tiempo, ha dejado huellas profundas en diversas estructuras sociales y económicas en las islas y que todavía resuenan en la actualidad. En el caso de Canarias, su influencia puede observarse en ciertos modelos de gestión empresarial que, conscientes o no, han heredado elementos propios de esa época. En muchas empresas canarias, especialmente en sectores extractivos, aún prevalece una estructura piramidal que prioriza la distribución de responsabilidades de manera jerárquica. Sin embargo, este modelo se ha modernizado, adoptando principios de liderazgo más colaborativos, propios de las empresas contemporáneas.