«El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo», reza un proverbio chino utilizado por Edward Lorenz para su teoría del efecto mariposa. En este caso se puede adaptar a “un incendio en Londres puede traer dolores de cabeza en Canarias”.

El aeropuerto de Heathrow, la gran puerta de entrada y salida del Reino Unido, ha colapsado este viernes tras un incendio en una subestación eléctrica. El incidente ha provocado cancelaciones masivas, vuelos desviados y miles de pasajeros atrapados en tierra sin una respuesta clara sobre cuándo podrán despegar. Aunque las autoridades han asegurado que trabajan para restablecer la normalidad "lo antes posible", las consecuencias podrían alargarse más de lo previsto.

En Canarias, la noticia no pasa desapercibida. Con el mercado británico siendo el más importante para el turismo del archipiélago, cualquier problema en Heathrow se traduce en incertidumbre para aerolíneas, hoteles y empresas del sector. No se sabe aún cuántos vuelos con destino a las islas han sido afectados, aunque AENA habla de más de medio centenar de conexiones con España afectadas. 

Pese a que muchos vuelos con destino Canarias salen desde Gatwick, Stansted o Luton (aeropuertos donde suelen operar compañías low cost como Ryanair, EasyJet o Jet2), está claro es que una situación de caos en el mayor aeropuerto del Reino Unido no es precisamente la mejor noticia para un destino que depende de la conectividad aérea como el aire que respira.

Los pasajeros británicos, mientras tanto, siguen a la espera, con las maletas hechas y sin más opción que armarse de paciencia. Y en Canarias, queda la duda de si este contratiempo se quedará en un susto pasajero o si acabará dejando huecos inesperados en los hoteles.