La tundra de palos que los antiguos canarios dieron a los castellanos en 1479 es la que provocó el nombre de San Bartolomé de Tirajana.
La tundra de palos que los antiguos canarios dieron a los castellanos en 1479 es la que provocó el nombre de San Bartolomé de Tirajana. Durante la conquista, un regimiento peninsular fue arrasado en la batalla de La Caldera. Fue un 24 de agosto y la soldadesca imploró el apoyo de San Bartolomé. Es decir: el nombre de Santa Lucía de Tirajana procedería de Tunte.
En resumen, la zona se llamó donde fue la batalla del día de San Bartolomé. ¿Y Tirajana? los castellanos tuvieron el detalle de dejar el apellido porque aunque se llamaba Tunte sonaba para los castellanos Tirajana de la fonética Tirahana,Tirahána, Atrahanaca.
Los trabajos de investigación que se están realizando sobre los yacimientos prehispánicos de la Caldera de Tirajana revelan que este enclave del sur de Gran Canaria es el núcleo religioso más antiguo de la isla, con dataciones que se remontan a los siglos VIII y IX dC. Los sondeos hechos en la Fortaleza de Amurga, junto al almogarén del mismo nombre, apuntan a lo que podría ser el epicentro de uno de los riscos sagrados de los aborígenes canarios, Umiaya. Gracias a la documentación textual y arqueológica recuperada, este espacio ya estaba utilizado y visitado desde el siglo VIII y pudo mantener su uso hasta los momentos previos a la Conquista.