Lo adelantamos en Maspalomas24H porque era de Perogrullo diciendo que la manera de sacar a los apartamenteros de Playa del Inglés, Maspalomas y San Agustín era aplicarles sus negocios tarifas de negocios. Entonces, la patronal de las vivienda vacacionales nos mandó un comando de cernícalos digitales de Las Palmas comenzaron a atacar en redes sociales; pero es de sentido común. Si una vivienda vacacional, mayormente están en manos de funcionarios y de herederos que compraron en el sur de la isla con el franquismo, es un negocio lo lógico es que pague como empresa agua, luz y residuos.
En Las Palmas esta medida entrará en vigor este 2025 y solamente el agua de una vacacional de 3 habitaciones subirá de precio cerca de un 140% más. Esto va a provocar que mucha vivienda vacacional pase alquiler de toda la vida para jóvenes en Las Palmas porque meses útiles de turismo, descontando panza de burro y mal tiempo en la playita de Las Canteras, hay cinco meses en bruto de negocio.
El consumo de agua entre turistas y residentes presenta diferencias significativas debido a los hábitos y necesidades de cada grupo. Según estudios sobre el impacto del turismo en el uso de recursos hídricos, un turista puede llegar a consumir entre 300 y 800 litros de agua al día y el consumo promedio de agua de un residente en Canarias se sitúa en torno a los 150 litros por persona al día, una cifra considerablemente inferior a la de los turistas. Pero no es solamente producir agua es gestionar el saneamiento de las alcantarillas y su mantenimiento. Es decir: el mantenimiento de las tuberías de alcantarillado de las obstrucciones.
El nuevo cuadro tarifario para el suministro de agua incluye modificaciones significativas: eliminación del consumo mínimo, la incorporación de conceptos como saneamiento y depuración, y la creación de nuevos perfiles de usuarios, diferenciando entre consumo doméstico y profesional. Estos ajustes implicarán un incremento en el precio del agua, que se estima entre 5 y 44 euros anuales desde 2026 hasta 2029.
La propuesta ha generado rechazo por parte de varios sectores, particularmente el turístico. La Asociación Canaria del Alquiler Vacacional (Ascav) ha criticado la subida de tarifas, considerándola excesiva y discriminatoria. Ascav destaca el impacto en viviendas vacacionales, con incrementos de hasta un 133,96% en tarifas para propiedades de tres habitaciones.
El Ayuntamiento de Las Palmas ha respondido justificando los nuevos precios mediante la actualización de conceptos como el mantenimiento del alcantarillado y las tarifas de depuración, que no se habían ajustado desde 2009. Además, argumenta que estas modificaciones están alineadas con las directivas europeas y la normativa estatal, promoviendo una política de precios basada en el principio de "quien contamina, paga". El Ayuntamiento sostiene que los nuevos precios buscan garantizar un consumo eficiente y racional del agua, además de cubrir los costes operativos y mejorar la sostenibilidad del servicio.