En un preocupante giro de los acontecimientos, el sur de Gran Canaria, se enfrenta a un aumento significativo en los robos de vehículos. La imagen de coches abandonados, sostenidos por ladrillos y sin ruedas, se ha vuelto cada vez más común en las calles.
Expertos en seguridad han señalado que detrás de estos robos se encuentran bandas para desmantelarlos y vender sus piezas en el mercado negro. Este fenómeno no solo afecta a los propietarios de vehículos, sino que también está vinculado a delitos más graves, como el tráfico de drogas.
Según el estudio “El robo de vehículos en España (2019-2023)” de Línea Directa Aseguradora, los modelos más robados en el país son el SEAT Ibiza, el Volkswagen Golf y el SEAT León, todos ellos valorados por su versatilidad y buena relación calidad-precio. En el sur de Gran Canaria, estos vehículos se han convertido en el blanco preferido de los delincuentes, quienes buscan aprovechar la movilidad que ofrecen en una región donde el transporte es esencial.
Los ladrones también tienen preferencias claras en cuanto a las marcas y modelos de coches. Entre los más robados se encuentran el Ford Focus, el BMW Serie 3, el Renault Megane, el Opel Astra, y los modelos de Citroën como el Xsara y el C3. Estos vehículos, aunque algunos no son de alta gama, son valorados por su accesibilidad y demanda en el mercado.
En cuanto a las motos, las más codiciadas por los ladrones son scooters urbanas como la Honda Scoopy y la SYM Symphony, que son valoradas por su diseño y precio accesible. Además, el modelo KYMCO Super Dink y la Yamaha TMax completan la lista de scooters que son altamente deseadas por los delincuentes. Este aumento en los robos de vehículos ha generado preocupación entre los residentes y turistas, quienes demandan mayores medidas de seguridad para proteger sus propiedades.
Las autoridades locales están tomando nota de esta tendencia alarmante y se están implementando estrategias para combatir el crimen en la zona. Sin embargo, la lucha contra el robo de vehículos en Maspalomas y el sur de Gran Canaria continúa siendo un desafío que requiere la colaboración de la comunidad y las fuerzas de seguridad.
