En el ecosistema turístico de Canarias, Grecia y Turquía, el sueldo de quienes trabajan en hoteles, restaurantes y otros servicios relacionados varía enormemente, condicionado por el coste de vida y las condiciones laborales de cada país. La comparativa permite ver no solo cuánto se gana, sino cuánto se puede vivir con esos ingresos, una cuestión especialmente relevante en sectores estacionales y con alta rotación de personal.
En Canarias, el salario bruto medio en el sector turístico se situó en 24.215 euros anuales en 2024, es decir, unos 2.017 euros brutos mensuales, según datos de InfoJobs recogidos por Europa Press. A pesar de haber subido un 2% respecto al año anterior, esta cifra se mantiene un 11% por debajo de la media salarial nacional. El problema se agrava con el encarecimiento del coste de vida: según Tinsa, el precio de la vivienda en Canarias subió un 7,1% en 2024, alcanzando los 1.678 €/m². Además, solo se encontraron 69 viviendas en alquiler por menos de 600 euros en todo el archipiélago, según datos de Cadena SER en abril de 2025.
En Grecia, los salarios turísticos son más escalonados y dependen del tipo de trabajo y de los años de servicio. Según declaraciones del consultor laboral Karouzos y cifras difundidas por la prensa griega, una trabajadora de base (como criada o limpiadora), sin complementos, cobra entre 936 € y 1.127 € al mes si es soltera, o entre 1.030 € y 1.239 € si está casada y recibe la prestación por matrimonio (+10%). Si se suman complementos por formación en turismo, trabajo insalubre, empleo estacional o alojamiento, los salarios suben a entre 1.422 € y 1.679 €, pudiendo alcanzar hasta 1.711 € para recepcionistas y cocineros especializados con experiencia.
A diferencia de España, en Grecia es habitual que los empleadores ofrezcan alojamiento y manutención como parte del contrato, lo que mejora notablemente las condiciones reales. Según LivingCost.net, el gasto mensual promedio en Grecia para una persona sola, sin incluir alquiler, es de 637 €, y en ciudades como Atenas, alquilar una habitación en piso compartido cuesta alrededor de 156 € al mes, de acuerdo con TheLivingIndex.com. Esto permite que incluso trabajadores con sueldos modestos puedan mantener un nivel de vida aceptable.
En Turquía, la situación es muy distinta. El salario mínimo ronda las 5.500 liras turcas, unos 265 euros mensuales a fecha de abril de 2025. Los salarios en el sector turístico pueden ser ligeramente superiores, pero siguen siendo bajos en comparación con estándares europeos. Sin embargo, el país compensa esto con un coste de vida extremadamente bajo. Según LivingCost.net, el gasto mensual en Turquía para una persona sola, sin alquiler, es de 11.830 liras turcas (aproximadamente 580 euros), aunque para perfiles más austeros, como estudiantes, puede reducirse a menos de 45 euros mensuales, según TheLivingIndex.com.
En ciudades como Ankara, alquilar una habitación en un piso compartido cuesta solo 535 liras turcas (unos 26 €). Además, Expatistan.com estima que vivir en Turquía es un 21% más barato que en España, lo cual hace que, a pesar de los bajos salarios, el poder adquisitivo no se vea tan comprometido, especialmente para trabajadores sin cargas familiares o que viven en zonas más económicas.
En resumen, Canarias ofrece sueldos más altos en términos absolutos, pero con un coste de vida que erosiona considerablemente el poder adquisitivo. Grecia, en cambio, logra un equilibrio gracias a los complementos salariales y beneficios como alojamiento, que hacen atractiva la vida para empleados del turismo. Turquía queda como opción más viable para quienes buscan ahorrar en gastos básicos, aunque a costa de sueldos mucho más bajos. Como explica Karouzos desde Grecia: "Empieza desde abajo, si vamos a la división inferior, pero puede llegar hasta los 1.700 euros si se trata de recepcionista o cocinero especializado."