El Rally Orvecame Norte, celebrado este fin de semana en la isla vecina, se ha viralizado en redes sociales por el accidente de Yeray Lemes (entre otros incidentes) en el que tras impactar con su Citroen C3 Rally 2 con la fachada de una casa provoca de inmediato el derrumbe del inmueble.
El clip se ha viralizado en redes sociales entre cuentas nacionales e internacionales dedicadas al motorsport e incluso ha servido de relleno en algún que otro informativo a modo de curiosidad en la sección de deportes.
Las condiciones adversas que dejó la borrasca Olivier en el archipiélago este fin de semana de fueron el motivo principal del incidente de Lemes, que deslizó en uno de las zonas rápidas del tramo El Amparo – La Montañeta, chocando contra una vivienda y saliendo disparado contra una casa de vieja construcción que acabó derrumbándose.
Ni los neumáticos de lluvia, ni el cambio de reglajes, ni la pericia de uno de los mejores pilotos de rallies de Canarias pudieron evitar un desenlace fruto de la mala suerte, pero que no se habría producido si la organización hubiera neutralizado el tramo previamente debido a las malas condiciones meteorológicas.
No fue el único incidente del rally, el ruso Alexander Lukyanuk, de la escudería Hyundai Canarias y que ejercerá de Coche 0 en el Rally Islas Canarias, también tuvo un percance al deslizar con su Hyundai I20N Rally 2, chocar contra una pared y deslizar hasta acceder a una escapatoria que daba a la entrada de otra casa, aunque en esta ocasión la suerte estuvo del lado del piloto y, pese a perder el control del coche, entró a poca velocidad y chocó levemente contra un coche estacionado en la entrada al inmueble, que estaba protegida únicamente con una cinta.
Unos accidentes que, además, avivaron en redes sociales el discurso de muchos “activistas” que denunciaron una vez más que “Canarias es un parque de atracciones” e incluso sobrepasaron cualquier límite moral lamentando que Yeray Lemes no saliera herido del accidente.
Por si fuera poco, miembros de la escudería Hyundai Canarias denunciaron en redes sociales que algunos aficionados se llevaron el alerón trasero del coche de Lukyanuk, que se desprendió del coche tras el accidente.
Estos incidentes, junto a otros que dejaron más de 30 coches fuera de la prueba, no dejan de ser los típicos que pueden encontrarse en cualquier rally pasado por agua, donde la cercanía de la afición y la dureza de los coches hace que las pruebas se conviertan en únicas; sin embargo, en Gran Canaria más de un mandamás del mundo del deporte y del automovilismo se estaba tirando de los pelos viendo el percal.
¿El motivo? Tan solo 2 días antes de estos incidentes se había presentado en Gran Canaria el 49º Rally Islas Canarias. Una puesta de largo en la que altos cargos locales, insulares, regionales e incluso nacionales; con el presidente del CSD, José Manuel Uribes, a la cabeza, se dieron cita en el Auditorio Alfredo Kraus para celebrar la vuelta del WRC a España.
Una cita donde los discursos de de las autoridades que tuvieron tres objetivos claros: agasajar a Simon Larkin (promotor del WRC), poner en valor la organización de la prueba y hacer un llamado a la responsabilidad de los aficionados; todo ello con el objetivo de que la prueba forme parte del mundial más allá de los dos años firmados en inicio.
Desde Germán Morales (organizador del Rally Islas Canarias) hasta Antonio Morales, el mensaje fue el mismo entre todas las autoridades que tomaron la palabra: el público debe comportarse y dejarse de hooliganismos para no espantar al WRC y dar una imagen vergonzosa de la isla a nivel internacional ante más de 85 millones de espectadores.
Un mensaje necesario teniendo en cuenta la inversión que se ha hecho para atraer a los promotores y la presión que se está ejerciendo desde Cataluña para volver a albergar la prueba tras perder la categoría mundialista en 2023.
En Las Palmas saben de primera mano que si se quiere mantener el status de Gran Canaria como sede de grandes eventos mundiales deben alejarse de la imagen que se dio este fin de semana en Tenerife (aunque sea la esencia que se ha respirado toda la vida en los rallies del archipiélago), apostando por la organización milimétrica y una seguridad infalible en todas y cada una de las etapas de la prueba.
Además de eliminar por completo la idea que desde la isla vecina se puso a circular desde que se conoció la llegada de la prueba mundialista y que el propio Germán Morales confirmó de permitir que se corra algún tramo del WRC en 2026 en Tenerife; ya no solo por la imagen de este fin de semana, sino porque supondría duplicar los esfuerzos logísticos de una prueba que ya supone un despliegue nunca visto en el archipiélago.
Por ahora, desde el WRC parecen dispuestos a extender la relación hasta tres años más con la isla si las cosas salen bien estos dos primeros años en todos los aspectos: seguridad, organización, recaudación, audiencias… La primera prueba de fuego será en 10 días con el Shakedown en Santa Brígida y el pistoletazo de salida a la prueba con la ceremonia de salida en la Plaza de Santa Ana, donde los CV de los Rally1 rugirán por primera vez en la isla.