Dinosol, empresa matriz de las enseñas HiperDino y SuperDino, sigue en el centro del radar de los grandes operadores del sector de la distribución. Ha confirmado que escuchará ofertas de venta y que ha mantenido contactos con Arcano. En el sur de Gran Canaria los accionistas son dueños de Parque Cristóbal en Playa del Inglés.
Javier Hidalgo, director en Arcano Partners, ha afirmado recientemente por la compra de aviones que alquilan a Wizz Air, que “vamos a continuar invirtiendo en activos en los próximos meses con el objetivo de construir una cartera diversificada para nuestros inversores que genere flujos estables y predecibles en los próximos años”.
El peso estratégico en Canarias —donde lidera cómodamente el mercado alimentario— ha despertado el interés de inversores nacionales e internacionales dispuestos a explorar una posible compra. En Expansión este miércoles se mencionaba a Caprabo como posible comprador.
Según fuentes del sector, una oferta de 1.100 millones de euros podría ser lo bastante atractiva como para hacer reflexionar a los actuales propietarios. Y ellos mismos lo reconocen: están dispuestos a escuchar, si llega algo serio.
Eso sí, desde el grupo dirigido por los hermanos José Abraham y Andrés Domínguez, junto con el consejero delegado Javier Puga, aclaran que no hay ninguna negociación activa ni acuerdo vinculante en marcha. En declaraciones a infoRETAIL, han dejado claro que, aunque se reciben propuestas con cierta regularidad, a día de hoy no se está tramitando ningún proceso de venta.
La aclaración llega tras una información publicada por Expansión, según la cual Dinosol habría contratado al banco de inversión Arcano para coordinar la búsqueda de comprador. Puga reconoce la relación con Arcano, pero niega que haya compromiso alguno: “Conocemos a Arcano desde hace más de diez años, pero no tenemos ningún contrato que nos obligue a vender la empresa ni nada por el estilo”, explicó al medio El Espejo Canario.
Puga también admitió que han rechazado tres ofertas de compra en los últimos nueve años —la más alta, por encima de los 900 millones—, pero subraya que una propuesta de 1.100 millones sí podría hacerles replantearse el futuro: “En alguna ocasión le hemos dicho a Arcano que si nos traen una oferta de 1.100 millones, nos lo pensaríamos. Pero esa oferta no ha llegado nunca”.
Aunque no hay nada inmediato, el directivo no descarta que una venta pueda producirse algún día: “No puedo prometer que no venderemos la empresa porque no sé qué pensarán los accionistas dentro de X tiempo”. Y, en cuanto a su papel personal, se muestra rotundo: “A mí me tendrán que empujar porque me encanta estar aquí y no tengo ningún entusiasmo por marcharme. Me gustaría quedarme hasta 30 años más”.