Los robos y las agresiones a turistas durante la noche se han convertido en algo habitual en pleno centro de la ciudad
Maspalomas parece tener el enemigo en casa; entre el polvorín de Vecindario a escasos kilómetros del motor turístico de Canarias y la costumbre que parece haberse instalado en Las Palmas de atracar y agredir turistas para robarles, en San Bartolomé de Tirajana se echan las manos a la cabeza viendo como el destino sigue manchándose.
En Las Palmas parecen haberse normalizado las “zonas sin ley” (sobre todo por la zona de San Telmo y Santa Catalina, de gran afluencia) una vez cae la noche. En menos de un mes, dos turistas (uno alemán y otro británico) han sufrido robos y agresiones y un irlandés que trabaja en la capital un intento de robo que, por suerte, consiguió evitar tras una persecución con los cacos.
El asalto al turista alemán se produjo a finales de abril, cuando cuatro individuos lo asaltaron en las inmediaciones del Parque de Santa Catalina a altas horas de la madrugada para robarle la cartera. También en el Parque de Santa Catalina, horas antes se produjo una pelea entre varias personas que dejó a un hombre en estado grave tras ser agredido con arma blanca.
Por su parte, el asalto al turista británico se produjo este mismo fin de semana, también a altas horas de la madrugada. El hombre, cuando se disponía a pagar en un establecimiento de Guanarteme, fue agredido salvajemente por tres individuos que le acabaron robando el móvil y provocándole lesiones en rostro y brazos.
Que los turistas tengan una diana en la espalda para los amigos de lo ajeno no es casual. Muchos individuos rondan zonas de gran afluencia de turistas como las mencionadas anteriormente (San Telmo y Santa Catalina) por ser zonas estratégicas para el transporte público y otras como Las Canteras y sus inmediaciones, frecuentadas por turistas y nómadas digitales.
El desconocimiento de las calles, del idioma y en muchas ocasiones el descuido de este tipo de víctimas extranjeras hacen que se conviertan en objetivo prioritario de los cacos. Sin embargo, es tal la situación de degradación e inseguridad en la capital que los propios locales e incluso los sintecho sufren también de forma habitual estas situaciones.
La más reciente hace menos de una semana, cuando dos individuos agredieron salvajemente a un joven tras pedirle un cigarro e intentar robarle el móvil, mandándole al hospital con heridas en la cabeza y en sus extremidades.
Desde sindicatos como el CSIF han señalado ya con preocupación el aumento de la delincuencia en estas zonas y en la capital en general. Además, los vecinos siguen poniendo el foco en la falta de agentes patrullando las calles de la ciudad durante la noche.