La recuperación demográfica de Mogán no se entiende sin el vigor de su tejido comercial y turístico. Según la Ficha Socioeconómica Municipal, el municipio cuenta con 739 establecimientos comerciales, una cifra elevada en relación con su población de poco más de 20.900 habitantes, y que evidencia una economía fuertemente dinamizada por el turismo y el consumo. De ellos, 658 corresponden al comercio al por menor, con un notable peso de los productos no alimenticios (320 establecimientos), especialmente en sectores como textil, calzado y complementos (123 locales), perfumería y cosmética (42) o bricolaje y equipamiento del hogar (51). Esta oferta, diversificada y adaptada tanto a residentes como a turistas, se complementa con 206 establecimientos mixtos, entre los que destacan supermercados, grandes almacenes y tiendas populares.
La fuerte presencia de comercios minoristas indica un ecosistema económico atomizado y resiliente, donde pequeños empresarios y autónomos sostienen buena parte de la actividad local. Este dinamismo, según fuentes municipales, ha sido favorecido por la estabilidad política del municipio durante la última década, con Onalia Bueno al frente del consistorio.
El otro gran motor de la economía moganera sigue siendo el turismo. El municipio alberga 175 alojamientos reglados, entre ellos 16 hoteles, 24 apartahoteles y 130 establecimientos extrahoteleros, a los que se suman 22 empresas dedicadas a la explotación de apartamentos turísticos privados. Este parque turístico sitúa a Mogán como uno de los municipios canarios con mayor capacidad alojativa, concentrada especialmente en Playa de Mogán, Puerto Rico y Arguineguín.
La hostelería, reflejo directo de esa realidad turística, también presenta cifras sólidas: 372 restaurantes, 211 bares y una docena de cafeterías dan cuenta del peso del sector en la economía local. Estos datos consolidan a Mogán como un enclave fundamental en la oferta turística del sur de Gran Canaria, capaz de combinar grandes complejos hoteleros con un potente tejido comercial de proximidad.
El modelo económico de Mogán —combinando turismo internacional, pequeña empresa local y servicios a residentes— ha permitido mantener una tasa de actividad empresarial constante incluso en años complicados, como los marcados por la pandemia. Además, el índice de bancarización, con 6 oficinas por cada 10.000 habitantes, y la existencia de 13 farmacias y establecimientos sanitarios, apuntan a un nivel de cobertura básico equilibrado.
Esta estructura permite afirmar que la estabilidad institucional ha contribuido a que Mogán mantenga un tejido económico vivo, diversificado y en expansión, capaz de absorber flujos migratorios y ofrecer oportunidades tanto para el emprendimiento como para la inversión. Con la mirada puesta en la próxima legislatura, el reto será sostener este equilibrio entre crecimiento turístico y calidad de vida para los residentes. Pero los indicadores actuales dejan claro que Mogán avanza con firmeza y que, al menos por ahora, el municipio ha logrado estabilizar su demografía y reforzar su base económica con un modelo propio y consolidado.