Donald Trump está a punto de elevar su estilo presidencial a nuevas alturas, y no solo de forma metafórica. El exmandatario estadounidense ha confirmado su intención de aceptar un Boeing 747-8 de lujo ofrecido por la familia real de Qatar, decorado por el célebre diseñador Alberto Pinto, el mismo que firmó la sofisticada estética del emblemático hotel Palm Beach de Seaside Hotels en el sur de Gran Canaria. La operación, aún en discusión entre el Departamento de Defensa de EE.UU. y el Ministerio de Defensa de Qatar, contempla el uso temporal del jet como Air Force One, en caso de que Trump regrese a la Casa Blanca. El avión, valorado en unos 400 millones de dólares, está considerado una joya del diseño aéreo, con interiores comparables al lujo más exclusivo del sector hotelero europeo.

El hotel Palm Beach, ubicado en Maspalomas, es uno de los símbolos del turismo de alto nivel en Canarias. Su diseño, a medio camino entre el estilo retro tropical y el confort de vanguardia, fue una de las últimas grandes obras del decorador francés Alberto Pinto, quien también firmó la estética de palacios reales, megayates y jets privados de jeques y magnates.“La conexión estética entre el hotel canario y el avión presidencial qatarí es clara: maderas nobles, iluminación escenográfica y una atmósfera envolvente de exclusividad”, explica a Maspalomas24H un experto en interiorismo de lujo. Este paralelismo ha desatado el interés de medios internacionales, que no han pasado por alto que el mismo diseñador unió en una misma línea estética el refugio vacacional europeo de élite y el que podría ser el nuevo Air Force One durante la presidencia de Trump.

La polémica política y los ecos desde Canarias

La operación ha generado una fuerte controversia política en EE.UU. Legisladores demócratas como Chuck Schumer han acusado a Trump de vulnerar la cláusula de emolumentos al aceptar un avión como "regalo" de un gobierno extranjero. Desde la administración Trump, sin embargo, se defiende la legalidad y transparencia del proceso. La portavoz Karoline Leavitt asegura que “todo se hará conforme a la legislación vigente sobre obsequios extranjeros”. Mientras tanto, en Gran Canaria, la noticia ha reavivado el interés por la decoración del hotel Palm Beach, convertido en objeto de culto para arquitectos y decoradores de todo el mundo. Su legado, ligado ahora a un avión que podría transportar al futuro presidente de EE.UU., sitúa al sur de la isla de Gran Canaria en una posición inesperadamente simbólica dentro del ajedrez geopolítico global.

El diseño de un hotel no es solo una cuestión estética, sino también un aspecto integral de la experiencia del huésped. Moldea su percepción del entorno, transportándolos momentáneamente a entornos únicos llenos de historia. Rico en color y sofisticación, cada detalle del Seaside Palm Beach refleja la visión del reconocido arquitecto e interiorista parisino Alberto Pinto. Esta atención inquebrantable hasta el más mínimo detalle de la estética del hotel distingue a Palm Beach, lo que le ha valido su distinción entre los 300 Hoteles de Diseño. 

Seaside Palm Beach se alza en el corazón de Maspalomas como un refugio meticulosamente diseñado. Cada detalle está cuidadosamente pensado, fusionando a la perfección el glamour retro con la refinada elegancia de los años 70 para transportarte a la época disco durante unos días encantadores. El diseño interior trasciende los límites tradicionales, fusionando la esencia de los años 70 con las tendencias artísticas modernas para crear un ambiente fresco y dinámico. Desde el Lounge Bar, decorado con su alfombra malva y patrones geométricos, hasta el restaurante, con una vibrante mezcla de azules, naranjas y amarillos, cada detalle ha sido meticulosamente pensado. En el restaurante principal, la visión artística de Alberto Pinto se hace evidente en la armoniosa fusión de rojos y amarillos. Por otro lado, la terraza, con un telón de fondo tropical junto al palmeral y la piscina, añade un toque distintivo a la experiencia inigualable que ofrece Seaside Palm Beach. 

La meticulosa atención al diseño de Palm Beach lo convierte en uno de los resorts más exclusivos afiliados a Design Hotels. Esta prestigiosa colección reúne hoteles excepcionales de todo el mundo, destacando a aquellos que comparten la pasión por la hospitalidad , el diseño de vanguardia y la arquitectura innovadora. Más que una simple marca, formar parte de Design Hotels significa pertenecer a un selecto grupo que valora la originalidad y la creatividad en el diseño hotelero. Estos establecimientos buscan ofrecer a sus huéspedes experiencias únicas, combinando arte y funcionalidad para crear entornos que cautivan y sorprenden. 

Ser miembro de Design Hotels no solo refuerza el compromiso con una estética excepcional, sino que también implica ofrecer servicios de alta calidad, estableciendo así un estándar más alto para la industria hotelera y ofreciendo a los viajeros una opción distintiva y memorable para sus estancias. Sumérgete en la era disco durante tus vacaciones y disfruta de días de relax, desconexión y alta gastronomía en el sur de Gran Canaria, guiado por Seaside Palm Beach , como si estuvieras en una película de los años 70.