La dirección de Nueva Canarias (NC) ha dado un paso decisivo para arrebatar a los concejales que abandonaron la formación y se unieron a Primero Canarias (Prica) todos los beneficios políticos que conllevan sus cargos, focalizando especialmente en el sur de Gran Canaria.En San Bartolomé de Tirajana y en el municipio de Santa Lucía de Tirajana —conocido popularmente como Vecindario— la ofensiva de NC está en marcha y firme. En San Bartolomé de Tirajana, los cinco concejales que NC obtuvo en 2023 se desligaron del partido y forman parte de Prica, pero la dirección canarista ya ha solicitado a los ayuntamientos que estos ediles sean declarados tránsfugas y pasen a la condición de no adscritos, con la consiguiente pérdida de derechos y recursos vinculados al grupo político.
El caso de San Bartolomé es especialmente simbólico, ya que el grupo municipal oficial de NC sigue activo en los plenos, mientras que los concejales fugados, encabezados por Samuel Henríquez, mantienen su representación pública como portavoces de Prica, pese a no contar con el respaldo formal del partido.En Vecindario, el alcalde Francisco García y cinco concejales más que también dejaron NC para unirse a Prica se enfrentan a la misma estrategia de la dirección regional, que reclama su paso a no adscritos. “Un alcalde puede ser no adscrito igual que un concejal”, ha enfatizado el coordinador de NC, Luis Campos.
Por otro lado, el municipio de Mogán se mantiene en una situación de incertidumbre, sin que por el momento se haya definido claramente la posición de los concejales que abandonaron NC ni la actuación jurídica a seguir, aunque no se descarta que la ofensiva se extienda también a este enclave estratégico del sur de la isla. La Ley de Municipios de Canarias establece que los concejales no adscritos conservan ciertos derechos políticos individuales, pero pierden ingresos, medios y cargos exclusivos vinculados a pertenecer a un grupo político, una condición que NC aspira a que se aplique a los 22 ediles que han cambiado de formación. La ofensiva de NC no solo busca recuperar la cohesión interna, sino también limitar el poder y visibilidad de Prica en sus principales bastiones, comenzando por el sur de Gran Canaria, donde esta nueva fuerza intenta consolidarse.
