Dos advocaciones marianas, dos islas y una devoción compartida que ha marcado la historia religiosa del archipiélago
La Virgen de la Candelaria y la Virgen del Pino son dos figuras centrales en la espiritualidad canaria. Ambas advocaciones marianas han sido veneradas durante siglos, generando un debate sobre cuál de ellas ostenta el título de patrona de Canarias.
La Virgen de la Candelaria, conocida como "La Morenita", es considerada la Patrona General del Archipiélago Canario. Su historia se remonta al siglo XIV, cuando, según la tradición, dos pastores guanches encontraron su imagen en la playa de Chimisay, en Tenerife. Esta aparición marcó el inicio de una profunda devoción que se consolidó con el tiempo. En 1599, el Papa Clemente VIII la declaró oficialmente Patrona de Canarias, y en 1867, el Papa Pío IX ratificó este título, extendiéndolo a ambas diócesis del archipiélago.
Por otro lado, la Virgen del Pino es la patrona de la Diócesis de Canarias, que abarca las islas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. Su veneración comenzó en 1481, cuando se dice que su imagen fue encontrada en lo alto de un pino en Teror, Gran Canaria. La Basílica de Nuestra Señora del Pino se construyó en el lugar de su aparición, convirtiéndose en un importante centro de peregrinación. En 1914, el Papa Pío X la declaró patrona principal de la Diócesis de Canarias .
Ambas imágenes marianas tienen festividades que atraen a miles de fieles cada año. La Virgen de la Candelaria se celebra el 2 de febrero y el 15 de agosto, mientras que la festividad de la Virgen del Pino tiene lugar el 8 de septiembre.
La cuestión sobre cuál de las dos es la verdadera patrona de Canarias ha sido motivo de debate durante años. Sin embargo, ambas figuras marianas representan la fe y la identidad del pueblo canario, cada una en su respectivo ámbito. La Virgen de la Candelaria como patrona general del archipiélago y la Virgen del Pino como patrona de la Diócesis de Canarias y de Gran Canaria.