Domingo, 07 de Septiembre de 2025
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TURISMOLa gran contracción llega a las Dunas: El invierno del consumo alemán y su sombra en Maspalomas

La gran contracción llega a las Dunas: El invierno del consumo alemán y su sombra en Maspalomas

Y. V. Maspalomas24h Martes, 08 de Julio de 2025

La noticia de Berlín es clara, y el eco de esa verdad resuena con fuerza en Maspalomas, donde el sol brilla pero la preocupación se asoma. La recuperación del comercio minorista alemán es una patraña, un espejismo que los datos de la Asociación Alemana de Minoristas (HDE) se encargan de desmentir. Y si el consumidor alemán aprieta el cinturón en su propia tierra, lo hace con más razón cuando pisa la arena de nuestras playas.

La mitad de los minoristas en Alemania han visto empeorar su situación. El tráfico de clientes ha caído para tres cuartas partes de ellos en los últimos dos años. ¿Y qué significa esto para Maspalomas? Pues que el turista alemán, ese que durante décadas ha sido un pilar fundamental de nuestra economía, podría llegar con el bolsillo más ajustado, con menos ganas de derrochar en souvenirs, en restaurantes o en esas pequeñas compras que dan vida a nuestros comercios.

 

Mientras, la producción industrial alemana volvió a aumentar inesperadamente en mayo. La producción manufacturera de las empresas aumentó un 1,2 % intermensual, según anunció la Oficina Federal de Estadística en Wiesbaden el lunes. Mientras tanto, la caída de la producción en abril fue algo más pronunciada de lo informado previamente. La Oficina Federal revisó la caída al 1,6 % desde la cifra anterior de -1,4 %.

 

El alemán, por naturaleza, es cauto. Un ahorrador. Y si el gobierno en Berlín les ha dicho que aprieten el cinturón, con la inflación galopando y las facturas subiendo, esa cualidad intrínseca se multiplica. El miedo a los precios desbocados y la cercanía de la guerra en Ucrania han calado hondo. La consecuencia es directa: menos dinero en el bolsillo para gastar, ya sea en su pueblo o en la playa de Maspalomas.

Gran Canaria ha visto cómo los turistas alemanes han sido de los que más gastan de media por estancia, incluso por encima de nórdicos y muy cerca de los británicos. Se habla de casi 1.731 euros por cliente germano en 2024. Y es cierto que en enero de 2025, el mercado alemán, aunque con menos llegadas, siguió creciendo en gasto total. Pero esa tendencia puede cambiar. Si el consumo en su país natal se contrae, si los minoristas allí se ahogan, es ingenuo pensar que aquí la cosa seguirá igual.

El sector turístico en Gran Canaria ha estado optimista, con un aumento en el gasto por turista. Se ha diversificado algo, sí, pero la dependencia del mercado alemán sigue siendo considerable. Maspalomas, en particular, vive de esto. Las tiendas, los bares, los servicios. Todo se alimenta de ese flujo de euros.

Así que, mientras aquí hablamos de banderas azules y festivales que unen música y turismo, en la trastienda, los números de Berlín nos recuerdan que la prosperidad es frágil. Si el cliente alemán no suelta el dinero en casa, tampoco lo hará con la misma alegría en el paraíso. Es un aviso. Un recordatorio de que la economía es un entramado complejo, y que un resfriado en el corazón de Europa puede provocar una neumonía en nuestras dunas. La previsión de "estancamiento" para el turismo canario en 2025, de "aterrizaje suave" para 2026, que ya anticipan algunas de las grandes firmas, no es más que la traducción de esta realidad. El dinero se guarda. Y eso, en Maspalomas, se siente.

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