El operador turístico alemán Schauinsland Reisen, con sede fiscal en Maspalomas, ha comenzado a implementar en Turquía una versión reducida del tradicional paquete “Todo Incluido”, que excluye las bebidas alcohólicas. El nuevo modelo, denominado AI-Light (All Inclusive Light), ya funciona a modo experimental en tres hoteles turcos y podría expandirse si los resultados comerciales acompañan.
Esta transformación del modelo turístico, uno de los pilares del turismo de masas en destinos mediterráneos, llega en plena temporada alta y con una intención clara: reducir costes sin renunciar a volumen. Los hoteles turcos Diamond Hill Resort, Club Aqua Plaza y Citrus Plaza ya ofrecen a los turistas las comidas y refrescos habituales, pero el alcohol queda fuera del paquete. Para obtener bebidas alcohólicas, los huéspedes deben pagar un suplemento.
El giro ha causado sorpresa, sobre todo entre los mercados del Este —como el ucraniano— donde el “todo incluido con alcohol” sigue siendo una de las principales razones para elegir Turquía como destino. Pero desde el operador alemán explican que el cambio responde a una demanda creciente: “Muchos turistas no consumen alcohol, pero lo pagan igualmente como parte del paquete. Con AI-Light pueden ahorrar hasta 50 euros por persona a la semana”, sostienen.
Aunque por ahora el modelo se dirige exclusivamente al mercado alemán, su éxito podría expandirse a otros países. La pregunta, especialmente en Canarias, es qué papel juega Schauinsland Reisen en este experimento y si este tipo de políticas podrían replicarse en destinos como el Archipiélago, donde el “todo incluido” es también una fórmula ampliamente extendida, pero cuestionada.
El dato no es menor: la compañía tiene su sede fiscal en Maspalomas, uno de los núcleos turísticos más relevantes del sur de Gran Canaria. Aunque su operativa principal está ligada al mercado alemán, su peso en la comercialización hotelera local es significativo. Esta posición hace que muchas decisiones estratégicas del touroperador alemán, incluso cuando se ejecutan en Turquía, tengan eco en el debate turístico canario.
Mientras Turquía busca una “vuelta de tuerca” a su modelo para equilibrar calidad y rentabilidad, el modelo de “todo incluido sin alcohol” reabre una vieja conversación en las islas: ¿Debe Canarias también replantearse su dependencia de esta fórmula, o al menos condicionar su fiscalidad o promoción a criterios de gasto real por turista?
Por ahora, AI-Light se presenta como una opción voluntaria y complementaria, pero si el ahorro se impone a la experiencia, y si los grandes operadores encuentran rentabilidad en este formato, el “todo incluido sin ron” podría dejar de ser anécdota y convertirse en tendencia.
Una tendencia que nace lejos, en Antalya, pero con una factura que podría terminar pagándose en las cuentas de resultados de proveedoras de Playa del Inglés.