La vida de un hombre de 53 años fue salvada gracias a la intervención urgente de dos técnicos del transporte sanitario no urgente (TSC), quienes detectaron los síntomas de un ictus mientras realizaban su labor en Castillo del Romeral, en el sur de Gran Canaria. La ambulancia se encontraba prestando servicio en la zona cuando los profesionales observaron que el hombre presentaba signos compatibles con un accidente cerebrovascular. Sin perder tiempo, activaron el protocolo de emergencia del Servicio Canario de la Salud, conocido como código ICTUS, esencial para actuar dentro de la ventana terapéutica crítica.

La activación inmediata del protocolo permitió que el paciente recibiera asistencia especializada sin demoras, lo que fue determinante para su recuperación. El Servicio de Urgencias Canario (SUC) felicitó a los técnicos por su rápida actuación, destacando su compromiso, capacidad profesional y calidad humana. El caso pone de manifiesto el papel clave del transporte sanitario no urgente en el sistema de salud canario, que, además de traslados programados, es capaz de responder eficazmente ante situaciones de emergencia vital.

Expertos recuerdan que una atención rápida ante un ictus puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte o entre una recuperación total y graves secuelas. Los signos de alarma incluyen alteraciones del habla, pérdida de fuerza, parálisis facial o confusión repentina. La intervención en Castillo del Romeral demuestra el valor del trabajo de estos profesionales, cuya formación y vigilancia constante refuerzan la seguridad sanitaria en municipios como San Bartolomé de Tirajana.