Fue un susto. La Cruz Roja ha tenido este lunes que rescatar a varios jóvenes que quedaron a la deriva en un flotador gigante en la playa de Las Burras (Gran Canaria). El viento y la corriente los arrastraron a unos 400 metros de la orilla, demostrando el riesgo de usar este tipo de inflables en el mar.
El principal problema de estos flotadores es el llamado 'efecto vela'. Debido a su gran tamaño y superficie, el viento los empuja con mucha fuerza y los aleja de la costa a gran velocidad, incluso si la brisa parece inofensiva. Al mismo tiempo, la corriente marina puede arrastrar el flotador en una dirección diferente, haciendo imposible que la persona o las personas a bordo puedan regresar a la orilla por sí mismas.
En el mar, el uso de flotadores gigantes conlleva riesgos considerables. Por ello, es crucial evitar usarlos en aguas abiertas, ya que están diseñados para piscinas donde no hay corrientes ni vientos fuertes. Antes de entrar, siempre evalúa la dirección del viento; si sopla hacia mar abierto, el peligro es mucho mayor.
Es vital mantenerse cerca de la orilla en todo momento, pues la distancia aumenta rápidamente y la vuelta puede ser imposible. Además, se requiere una supervisión constante, especialmente con niños, ya que el 'efecto vela' puede arrastrarlos en cuestión de segundos. Finalmente, si te ves en una situación de riesgo, la mejor opción es soltar el flotador y nadar hacia la orilla, ya que el inflable es lo que te está llevando mar adentro.
