¿Cómo es posible que un grupo externo sin todos los datos de la maquinaria financiera se imponga frente al gestor de los yacimientos hoteleros de Santana Cazorla Grumasa (Livvo), en el sur de Gran Canaria? El martillo de la subasta ha dictado sentencia, pero el eco del litigio aún resuena. El grupo Lopesan se ha postulado como el principal ganador de la subasta de los activos del grupo Santana Cazorla, un proceso de liquidación que ha movilizado más de 99 millones de euros y ha desatado una pugna entre los gigantes turísticos de Gran Canaria.
La batalla principal se libró por el lote 1, que incluye cuatro hoteles del sur de la isla. En un duelo ajustado, según Canarias 7, Lopesan superó por apenas 1.000 euros la oferta de Grumasa (Martinón), que actualmente gestiona los establecimientos bajo la marca Livvo. La oferta de Lopesan ascendió a 85.001.000 euros, frente a los 85.000.000 euros de su competidor. La cifra, además, duplica con creces el precio de salida, que se situaba en 39,3 millones de euros.
La estrategia de Lopesan fue al detalle, presentando ofertas concretas por cada uno de los hoteles, mientras que Martinón optó por una puja global, según Canarias 7. La tensión del proceso se repitió en otras categorías. En el lote 2, que incluía 26 locales comerciales en Playa Taurito, la oferta de Lopesan de 5.201.000 millones superó de nuevo por un exiguo margen de 1.000 euros a la de Perfumería Europa. Por su parte, la firma Servatur se adjudicó el lote 5, un solar edificable en Arguineguín, con una oferta de 2,64 millones de euros, dejando atrás a los 2,63 millones de Lopesan.
En otros lotes, la hegemonía de Lopesan fue total. Se hizo con el lote 3 y 4, dos solares edificables en Meloneras, con ofertas de 3,5 millones y 2,9 millones de euros, respectivamente, sin tener que competir con otros interesados. El proceso, gestionado por la consultora inmobiliaria CBRE, ha logrado movilizar una cifra total de 99,2 millones de euros en las pujas por los cinco lotes, duplicando la cantidad mínima de salida.
Sin embargo, el cierre de la subasta no significa el fin de los conflictos. La sociedad Promociones Isla Verde (Proivesa) ha presentado un recurso de reposición para solicitar la suspensión de la subasta. Proivesa mantiene un litigio con Santana Cazorla desde hace más de 30 años por la propiedad de los terrenos donde se ubican dos de los hoteles subastados, el Valle Taurito y el Lago Taurito. Aunque el Juzgado de lo Mercantil rechazó la paralización del proceso, la providencia de julio abrió una vía para que, una vez adjudicados los bienes, la disposición de los mismos pudiera verse afectada por este conflicto societario. Según fuentes cercanas, Proivesa está decidida a llevar el caso a la Audiencia Provincial si su recurso no es aceptado, lo que añade una capa de incertidumbre al resultado de la puja y asegura que esta guerra, la verdadera, se sigue librando en los tribunales.
