El sur de Gran Canaria, y especialmente Maspalomas, afronta el próximo invierno con incertidumbre cambiaria y retos crecientes en los costes aeroportuarios. El movimiento de divisas, junto con el encarecimiento del combustible de aviación, están llamados a condicionar tanto los precios como la disponibilidad de plazas aéreas en la temporada de mayor demanda.
Turistas y poder adquisitivo
El Banco de España destaca que el gasto turístico internacional en el sur de Gran Canaria creció un 19 % en 2024 respecto a 2019, impulsado principalmente por el alza de precios, y señala un aumento del 11 % en el ocio y la hostelería durante el primer trimestre de ese año .
Al mismo tiempo, una apreciación del euro frente al dólar de alrededor del 7,5 % en lo que va de 2025 ha favorecido la reducción del coste del combustible y otros servicios, mejorando la rentabilidad de las aerolíneas europeas que operan en la isla .
Combustible, tipo de cambio y disponibilidad aérea
El combustible de aviación representa entre el 20 % y el 30 % de los costes operativos de una aerolínea. La fortaleza del euro frente al dólar ha ayudado a compensar crecimientos recientes en el precio del queroseno, que llegó a duplicarse entre 2021 y 2022 .
Aunque Canarias ha sido eximida inicialmente del uso obligatorio de combustible sostenible (SAF), este coste adicional —3 a 6 veces superior al del queroseno convencional— sigue siendo una amenaza para rutas de bajo coste y la conectividad del sur grancanario .
Impacto en Maspalomas
El balance es delicado: un euro fuerte facilita rotación de reservas (más turistas y menores costes de vuelo), pero el alza del SAF y la volatilidad de divisas como la libra esterlina o las coronas nórdicas añaden presión sobre la rentabilidad. Maspalomas, con una economía turística muy dependiente del transporte aéreo, necesita actuar con anticipación.