Con la llegada de la temporada estival y el aumento significativo de las temperaturas, la isla de Gran Canaria se encuentra en alerta máxima por la previsión de incendios forestales. En este escenario, la Guardia Civil juega un papel fundamental en la protección del patrimonio natural y la seguridad ciudadana.
La Benemérita, en coordinación con otros cuerpos y organismos, ha intensificado sus patrullas preventivas en las zonas forestales de mayor riesgo, especialmente en los espacios protegidos de la isla como el Parque Rural del Nublo y la Reserva Natural Especial de Los Tilos de Moya. Su presencia constante busca disuadir conductas negligentes que puedan desencadenar incendios, como las hogueras mal apagadas, la quema de residuos agrícolas o el uso irresponsable del fuego en áreas sensibles.
Además, la Guardia Civil despliega campañas de sensibilización dirigidas a la población local y a los visitantes, resaltando la importancia de respetar las normativas ambientales y las restricciones temporales establecidas durante los periodos de alto riesgo. Estas campañas incluyen charlas informativas, distribución de folletos y la difusión de mensajes en redes sociales para maximizar el alcance.
En el ámbito operativo, la Guardia Civil cuenta con unidades especializadas en la vigilancia aérea y terrestre, utilizando tecnología avanzada como drones para el control y detección temprana de focos de incendio. La colaboración con el Cabildo de Gran Canaria y los servicios de emergencias permite una respuesta rápida y coordinada ante cualquier conato detectado.
El compromiso de la Guardia Civil con la prevención de incendios forestales en Gran Canaria es vital para salvaguardar la biodiversidad y los recursos naturales de la isla, así como para garantizar la seguridad de sus habitantes. La efectividad de estas acciones depende también de la colaboración ciudadana, que debe mantenerse alerta y cumplir con las recomendaciones durante la temporada más vulnerable.