El sur de Gran Canaria vuelve a escena con una grave denuncia: un presunto envenenamiento en la Colonia 50, una de las colonias felinas del municipio. Esta situación ha reavivado la polémica en torno a la gestión de colonias de gatos y la violencia institucional que, según colectivos y ciudadanos como Acción Felina Colonia 50 de Tirajana, están promoviendo tanto el Cabildo de Gran Canaria como el Gobierno de Canarias.

Desde diversas plataformas y defensores de los derechos animales se señala que estas administraciones interrumpieron la gestión directa de las colonias, generando un clima de hostilidad y desprotección hacia los gatos que habitan en espacios urbanos y naturales. La denuncia apunta a una estrategia sistemática de control y persecución, en la que no solo se han registrado actos de envenenamiento, sino también acciones legales contra quienes intentan formalizar la alta de nuevas colonias en sus ayuntamientos.

En algunos casos, incluso se ha movilizado al Seprona, lo que indica que las instituciones estarían utilizando recursos públicos para perseguir a defensores y cuidadoras de gatos, intensificando así un ambiente de conflicto y temor entre las personas implicadas en la protección animal.

Frente a esta situación, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha respondido con rapidez y compromiso, atendiendo la denuncia y dando los pasos necesarios para investigar los hechos. Esta reacción ha sido agradecida por los colectivos y vecinos afectados, que esperan que se clarifiquen responsabilidades y se adopten medidas para evitar que estos episodios de violencia institucional y maltrato animal continúen.

La controversia en Colonia 50 pone sobre la mesa la urgente necesidad de políticas claras, humanitarias y respetuosas para la gestión de colonias felinas, así como el reconocimiento del trabajo voluntario que muchas personas realizan en defensa de estos animales.