El mercado turístico nórdico está consolidándose como el principal motor de crecimiento del verano de 2025 en Maspalomas, en un momento en que el tradicional flujo de visitantes alemanes sufre una notable caída. Según datos recientes facilitados por la Asociación Hotelera de Gran Canaria, las reservas procedentes de Noruega, Suecia y Finlandia han crecido un 18% en comparación con el verano del año pasado, compensando con creces la disminución del 12% registrada en llegadas desde Alemania.
Este cambio en la dinámica turística responde a varios factores clave. En primer lugar, el aumento de vuelos directos desde ciudades como Oslo, Estocolmo y Helsinki ha facilitado el acceso de viajeros escandinavos, que ahora encuentran en Maspalomas un destino cómodo y accesible. Además, el turista nórdico se caracteriza por un perfil de mayor gasto medio por estancia, y por una fidelidad creciente hacia el destino, atraído por la calidad de las instalaciones y el clima estable.
“Desde hace cinco años venimos notando una tendencia clara hacia un turismo nórdico más frecuente y con mayor poder adquisitivo”, señala Marta García, recepcionista de un hotel en Meloneras. “Son visitantes que valoran la tranquilidad, el sol y el mar, pero también la gastronomía local y las actividades al aire libre, desde el golf hasta las rutas de senderismo”.
Por su parte, desde el sector se destaca que esta diversificación del mercado es positiva para la estabilidad del sector y para evitar dependencias excesivas de un solo país. “Los turistas alemanes siempre han sido un pilar para Gran Canaria, pero la volatilidad económica y ciertos cambios en las políticas de viaje han impactado. El auge nórdico ayuda a equilibrar y mantener una buena ocupación hotelera”, explica Luis Fernández, gerente de un hotel de Mogán.
El impacto se nota también en el comercio local y en la oferta cultural. Restaurantes especializados en cocina escandinava han abierto en la zona, y actividades como festivales de música o ferias temáticas están enfocadas a atraer y fidelizar a estos nuevos visitantes.
Aunque la temporada sigue su curso, la previsión para lo que queda de agosto y septiembre es optimista, con una ocupación hotelera que ronda el 85% y una demanda sostenida para reservas de última hora. Desde el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, la Concejalía de Turismo apunta que continuarán trabajando para potenciar la promoción internacional, con campañas específicas dirigidas a mercados emergentes y la mejora de infraestructuras turísticas.
Este cambio en el patrón de turistas pone de relieve la capacidad de Maspalomas para adaptarse a un mercado global en constante evolución, manteniendo su posición como uno de los destinos preferidos de Canarias y del Atlántico.