Una tormenta repentina interrumpió la calma de la tarde en Maspalomas, descargando lluvia con tierra y cubriendo sus calles con un fino manto. El fenómeno sorprendió a vecinos y turistas en pleno mes de agosto
La tarde en Maspalomas transcurría con temperaturas elevadas y un ambiente típicamente veraniego cuando, de forma inesperada, una tormenta descargó con fuerza sobre la zona sur de Gran Canaria. El episodio, acompañado de calima, provocó una lluvia con tierra que impregnó las calles y aceras del municipio de San Bartolomé de Tirajana.
Calles que, tras semanas de sequía y calor, recibieron la tormenta como un respiro inesperado, aunque teñido de partículas de polvo. El cielo, que había permanecido despejado durante gran parte del día, cambió bruscamente a tonalidades ocres y grises, anunciando la llegada de las precipitaciones. Vecinos y turistas fueron sorprendidos por un aguacero breve pero intenso, que alteró el ritmo de la jornada y obligó a muchos a buscar refugio.
Aunque la calima había marcado el ambiente desde primeras horas de la mañana, la tormenta ayudó a limpiar parcialmente el aire, arrastrando parte del polvo sahariano en suspensión. Sin embargo, el agua mezclada con tierra dejó un rastro visible en las calles, fachadas y vehículos.