Un patrón que no es casual. Problemas de planificación de capacidad y distribución de asientos en el GDS. Una tendencias que indican que los operadores turísticos y aerolíneas deberían revisar sus inventarios y estrategias de revenue management, priorizando rutas deficitarias y optimizando tarifas para revertir la pérdida de pasajeros. La alerta es clara: sin acción rápida, Gran Canaria podría ver un verano más flojo de lo esperado.
Y esto es por el negocio de Gran Canaria, verano 2025. Y la isla parece un bochinche a mediodía: vacía y sudando. Los aeropuertos de origen nos lo gritan en la cara: “O espabilas o te quedas sola”.
Madrid-Barajas nos manda un portazo: 92.365 pasajeros, 2.241 menos que julio de 2024. Acumulado, casi clavados: -0,27%. Ni un café en el aeropuerto salva esto.
Londres Gatwick se desploma 1.964 pasajeros (-14,96%). Stansted baja 120. Manchester, 317 menos. Británicos que vienen menos que turistas a un barranco seco.
Oslo Gardermoen pierde 351 pasajeros. Irlanda, 584 menos. Suiza, 239 menos. Luxemburgo nos da un zarpazo de -142 pasajeros y Finlandia pierde acumulado 3.257. Sí, Gran Canaria parece un chiste de verano: todo el mundo se queda en casa menos los valientes.
Francia también da la espalda: acumulado -6.091. Suecia, -12.300. Austria, -1.690. Países que antes eran fieles, ahora se esfuman.
Algunos intentan salvar el verano: Barcelona-El Prat sube 4.174 pasajeros. Amsterdam Schiphol, 4.471 más. Sevilla, 6.402. Málaga, 3.122. Fuerteventura y La Palma, tímidos 1.349 y 771. Poco, muy poco.
Tenerife Norte mete 41.741 pasajeros (+809) y Sur, 10.460 (+358). Lanzarote, 39.342 (+282). La isla hermana trata de echarnos un cable, pero no da para mucho.
Al final, Gran Canaria se queda con la sensación de verano flojo, caídas de turistas clave, vuelos que desaparecen y Maspalomas calentita… pero vacía. Más seca que mojo en agosto y más triste que una sombrilla rota en la playa.