La reincorporación tras el verano suele generar cansancio, desmotivación y lo que se conoce como “síndrome postvacacional”. Con algunos consejos prácticos, es posible retomar la rutina con energía y equilibrio
La llegada de septiembre marca el final de las vacaciones y el regreso a la rutina laboral, académica y personal. Muchas personas experimentan dificultades para adaptarse de nuevo a los horarios y responsabilidades, lo que puede provocar síntomas como insomnio, irritabilidad o sensación de apatía. Este fenómeno, conocido como síndrome postvacacional, afecta especialmente durante los primeros días de reincorporación.
Para afrontar esta etapa de manera saludable, los especialistas recomiendan ajustar progresivamente los horarios de sueño, mantener una alimentación equilibrada y planificar actividades de ocio que sirvan como motivación. Retomar la práctica de ejercicio físico y organizar el tiempo de forma realista son claves para evitar el estrés y mejorar el bienestar emocional.
Los psicólogos también aconsejan aprovechar el inicio del curso como una oportunidad de renovación. Establecer objetivos alcanzables, priorizar tareas y reservar momentos de descanso puede transformar la vuelta a la rutina en una experiencia positiva. Con una buena planificación y hábitos saludables, septiembre puede convertirse en el mes ideal para impulsar nuevos proyectos personales y profesionales.