El Colegio Profesional de Biólogos de Canarias ha advertido del incremento de la presencia de 'cucas' por el aumento de temperaturas de verano, que suele ser a partir de septiembre. En la calidez del sur de Gran Canaria, donde el turismo y la vida local se entrelazan, una presencia inquietante ha comenzado a hacerse notar: la Periplaneta africana, conocida como la cucaracha africana. Este insecto, originario de África tropical, ha encontrado en las islas un hábitat propicio para su proliferación, especialmente en zonas urbanas y turísticas.
En el sur de Gran Canaria, entre rincones urbanos y espacios naturales adaptados por el hombre, una especie de cucaracha de tamaño mediano-grande ha llamado la atención de expertos y vecinos. Alcanzando hasta 4 cm de longitud, su color marrón rojizo con matices amarillentos en los bordes del pronoto y las alas la distingue de otras especies como Periplaneta australasiae. Los machos se diferencian por su mayor tamaño y por tener cercos abdominales más largos, con 18 o 19 segmentos frente a los 13 o 14 de las hembras.
Este insecto es gregario, formando agrupaciones que pueden contar con miles de individuos, y mantiene hábitos nocturnos y fotófobos, evitando la luz directa y desplazándose con sigilo durante la noche. Su capacidad de realizar vuelos dirigidos de larga distancia le permite colonizar nuevos espacios rápidamente, convirtiéndola en una especie altamente adaptable.
La especie posee tres estadios vitales: huevo, ninfa y adulto. Desde la eclosión hasta la muerte por vejez transcurren aproximadamente 1000 días, algo más de dos años y medio. La hembra puede producir hasta dos ootecas por semana en su fase más fértil, aunque de media suele generar una por mes, depositándolas cerca de fuentes de alimento sin depender de humedad externa. La fase de ninfa incluye entre seis y catorce mudas antes de alcanzar la adultez.
La longevidad, la reproducción eficiente y su sociabilidad hacen de esta cucaracha un habitante resistente y discreto, capaz de sobrevivir y prosperar en entornos muy variados. Su presencia, aunque muchas veces invisible, refleja la compleja interacción entre los ecosistemas urbanos y la biodiversidad que los acompaña.
Con una longitud que puede alcanzar hasta 5 centímetros, la Periplaneta es una de las cucarachas más grandes del mundo. Su capacidad para volar y su preferencia por ambientes cálidos y húmedos la han convertido en una plaga persistente en muchas regiones. En España, su expansión ha sido notable, estando presente en el 88% de las provincias, incluyendo Ceuta y Melilla .
En el sur de Gran Canaria, la situación no es diferente. Las altas temperaturas y la humedad relativa favorecen su reproducción y dispersión. Las alcantarillas, sótanos y espacios de difícil acceso se han convertido en refugios ideales para estas cucarachas, que se alimentan de residuos orgánicos y materiales en descomposición .
Además de su presencia física, la Periplaneta representa un riesgo para la salud pública. Se ha demostrado que es vector de al menos 22 especies de bacterias, virus, hongos y protozoos patógenos para el ser humano. También se han aislado 5 especies de helmintos de cucarachas americanas silvestres .
La expansión de esta plaga no solo afecta a la salud, sino también a la imagen del destino turístico. Hoteles, restaurantes y viviendas particulares han intensificado sus esfuerzos para controlar y erradicar la presencia de estas cucarachas. Sin embargo, los métodos tradicionales a menudo no son suficientes.
Se requiere un enfoque integral que combine medidas preventivas, como la eliminación de fuentes de alimento y agua, con tratamientos profesionales adecuados.
Es esencial que tanto residentes como turistas sean conscientes de la situación y colaboren en mantener la higiene y el orden en sus entornos. Solo con un esfuerzo conjunto se podrá mitigar el impacto de la Periplaneta y preservar la calidad de vida en el sur de Gran Canaria.