El cine que hacen los godos a veces juega con ironías que se convierten en paradojas. El próximo 26 de septiembre llega a las salas Maspalomas, la nueva película de José Mari Goenaga y Aitor Arregi, los ‘Moriarti’ colonos vascos que ya firmaron títulos de culto como Handia o La trinchera infinita. Sin embargo, en su primer contacto con el público, Maspalomas estará ausente. El preestreno tendrá lugar el 23 de septiembre en Madrid, en el histórico Cine Paz, sin que la localidad sureña de Gran Canaria que da nombre al filme figure en la agenda inicial.

La película, protagonizada por José Ramón Soroiz y Nagore Aranburu, aborda un tema poco transitado en el cine español: la vuelta al armario en la tercera edad. Vicente, un hombre de 76 años que disfruta de la libertad y el hedonismo bajo el sol de Maspalomas, sufre un accidente que lo devuelve a San Sebastián y a los muros de una residencia donde debe ocultar su identidad sexual. Un relato sobre el peso de los silencios, las cuentas pendientes con la familia y la dignidad de ser uno mismo cuando el tiempo parece agotarse.

Que Maspalomas —uno de los enclaves más emblemáticos del turismo LGTBI europeo— no esté presente en el estreno resulta llamativo, máxime cuando es la víspera del Día Mundial del Turismo. El destino, símbolo de apertura y diversidad, aparece en la película como un espacio de libertad luminosa frente a la sombra del regreso al armario. Sin embargo, al menos en la primera cita con la gran pantalla, su nombre resonará lejos de las dunas y el Atlántico.

El estreno nacional sí promete reavivar la relación entre el cine y el sur de Gran Canaria, un territorio que en las últimas décadas ha sido plató de producciones internacionales y que ahora ve cómo su nombre llega a los cines a través de un relato íntimo y social. La ausencia en el preestreno quizá sea momentánea: el destino turístico tendrá su propia oportunidad cuando la película se estrene oficialmente y el eco de Maspalomas regrese, esta vez, a las calles de Maspalomas.