Gran Canaria sigue sumando turistas, sí, pero las cifras de julio de 2025 muestran grietas importantes en lo que hasta ahora se vendía como un sector imparable. Con 361.876 visitantes, un incremento del 9,2% respecto a julio de 2024, la isla mantiene la estadística, pero bajo esa capa de optimismo se esconden señales preocupantes que ya comienzan a molestar a los empresarios.
Gran Canaria enfrenta así un modelo turístico en tensión: más turistas, pero menos noches, menos paquetes y un estancamiento en la ocupación real. Los datos muestran que la isla mantiene el flujo, pero no consigue retenerlo ni maximizar su valor económico. El desafío no es atraer más visitantes, sino mejorar la experiencia y la estancia, o corre el riesgo de quedarse atrapada en un espejismo de cifras que no reflejan la verdadera salud del turismo.
"Puede estar bien ir por ahí diciendo que todo va bien, pero no todo el mundo es ignorante", señala un líder empresarial consultado este lunes por Maspaomas24H. La misma fuente señala: "La gente en Europa que toma decisiones sabe que no olvida que no se ha sido diligente con los compromisos de mejora del destino".
El primer síntoma es la contracción de la estancia media. Los turistas pasan en promedio 6,86 noches en la isla, una caída del 2,7% respecto al año anterior. Los residentes en Canarias, que podrían compensar la caída, reducen incluso más sus pernoctaciones, un -10,89%. Los viajeros nacionales muestran un descenso similar, indicando que la isla cada vez retiene menos a sus visitantes, aun cuando estos siguen llegando.
Otro dato que alerta es la contracción del paquete turístico. Solo el 53,57% de los turistas contrató un paquete, frente al 59,25% del año pasado. Esto no solo refleja un retroceso del modelo integrado de alojamiento y actividades, sino que también amenaza la planificación económica de hoteles y operadores, acostumbrados a ingresos garantizados mediante paquetes completos. Si miramos al perfil de alojamiento, los hoteles siguen siendo predominantes (69%), pero incluso aquí se detecta una ligera caída desde el 70,34% de julio de 2024. Los apartamentos y viviendas de amigos y familiares crecen mínimamente, señal de que los turistas buscan alternativas más económicas o flexibles, quizá ante la percepción de precios elevados.
Los pasajeros extranjeros muestran un crecimiento de solo el 7,18%, moderado si se compara con otras islas como Fuerteventura (+13%) o Lanzarote (+6,98%). Entre los principales emisores, Francia e Irlanda retroceden un -1,82% y -7,37% respectivamente, y la estancia media de países clave como Alemania, Reino Unido o Suecia apenas crece, mientras que otros mercados tradicionales pierden peso.
La ocupación por plazas permanece prácticamente estancada en 74,51%, una variación negativa de -0,31% respecto a 2024, mientras que la ocupación por habitaciones sube solo marginalmente (+3,24%). La tarifa media diaria sube un 7,29%, pero con estancias más cortas y menor contratación de paquetes, este incremento podría no traducirse en una mayor rentabilidad neta para el sector.
