En el marco de la conmemoración de los 50 años de la creación del Patronato Provincial de Turismo, hoy conocido como Patronato Turismo de Gran Canaria, el presidente del Cabildo, Antonio Morales, ha reflexionado sobre el pasado, presente y futuro de un sector que, a su juicio, ha sido un motor de transformación y dignidad para la isla. En un discurso que aborda tanto los logros económicos como los desafíos sociales y ambientales, Morales subraya la necesidad de reorientar el modelo turístico hacia la sostenibilidad y la equidad.

El presidente destaca la evolución del sector, desde los pioneros visionarios como Néstor Martín-Fernández de la Torre en 1934 hasta el récord histórico de facturación alcanzado en 2024, con 6.034 millones de euros. Estos datos, según Morales, demuestran que el turismo ha sido una palanca de desarrollo extraordinario, elevando la renta media por hogar en un 20% en la última década y alcanzando la cifra más alta de empleo en la historia de la isla. "El turismo ha sido mucho más que una industria", afirma, "ha sido un vector de dignidad y de oportunidades".

A pesar de los éxitos, Morales no esconde los "desajustes y excesos" que han generado un malestar creciente en una parte de la población. Reconoce la saturación de los servicios públicos, el encarecimiento de la vivienda y la precarización del empleo como consecuencias de un crecimiento constante. Por ello, el Cabildo está impulsando un nuevo modelo de gestión, no basado en el crecimiento masivo de visitantes, sino en el aumento del gasto por turista, la descentralización de la oferta y la diversificación hacia productos como el turismo rural, activo, gastronómico y cultural. "No podemos seguir creciendo en número de visitantes y en superficie construida", sentencia.

Mirando hacia el futuro, el presidente propone una serie de claves para el sector: más calidad y menos cantidad, la defensa de la implantación de una ecotasa, el control de la vivienda vacacional y la limitación de la compra de viviendas por extranjeros. Morales enfatiza que el reto es convertir el turismo en un "aliado de la sostenibilidad", reforzando la soberanía hídrica y energética, protegiendo el patrimonio y garantizando que los ingresos lleguen a la mayoría social. "Gran Canaria no puede ni debe convertirse en un destino masificado y despersonalizado", concluye, "debe seguir siendo un lugar que invita a vivir con plenitud, que cuida de su entorno y de su gente." La visión del presidente es clara: el turismo es un proyecto colectivo en el que el bienestar de los residentes es tan importante como la satisfacción de los visitantes.