La adquisición de los activos de Taurito por parte de Lopesan entra en su fase ejecutiva final. La resolución del juez del Juzgado de lo Mercantil nº1 no solo ratifica a Lopesan como adjudicatario provisional de la mayoría de los lotes, sino que también establece que los recursos interpuestos por el grupo Grumasa Martinón y el comité de empresa de Mar Abierto S.L. (Santana Cazorla) no tienen carácter suspensivo.

Esto significa que el auto judicial despliega toda su eficacia ejecutiva respecto a la subasta, iniciada en mayo y concluida en julio. El retraso de más de dos meses en la confirmación de la adjudicación ha concluido, permitiendo al presidente de Lopesan, Eustasio López, avanzar con la transferencia de la propiedad de los activos estratégicos. La celeridad judicial en la ejecución del auto permitirá a Lopesan acelerar el Capex (Gasto de Capital) para la renovación de la zona, una inyección de inversión que será crítica para el renacer turístico de este grupo en el sur de Gran Canaria.

El magistrado Alberto López Villarubia ha puesto de manifiesto "irregularidades" en el manejo del proceso, censurando la actuación de la administración concursal. El juez fue claro al recordarle que no podía añadir nuevos lotes (6 y 7) en una nueva subasta no autorizada, ni modificar los resultados de la subasta ya finalizada de los lotes 1 al 5.

Aunque el proceso de puja se desarrolló con igualdad de condiciones, la actuación de la administración concursal generó "dilaciones y perjuicio para adjudicatarios y acreedores", un factor que los inversores internacionales observan con cautela en los procesos concursales españoles. La resolución judicial subraya la necesidad de respetar las reglas de la subasta como criterio de transparencia y seguridad jurídica.

Más allá de los balances y los procedimientos legales, la propuesta de Lopesan ofrece una perspectiva de estabilidad a nivel laboral y una inyección de capital en el destino. La compañía ha garantizado la subrogación de toda la plantilla en las mismas condiciones, asegurando la continuidad del empleo y la estabilidad de cientos de familias, lo que mitiga el riesgo social inherente a las adquisiciones concursales.

El proyecto de inversión de Lopesan va más allá de la mera gestión hotelera y comercial. Se plantea una transformación integral del destino Taurito, buscando elevar la calidad de la oferta turística y generar empleo adicional a través de nuevas inversiones. El objetivo estratégico es replicar el éxito de revitalización que el grupo ya implementó en Meloneras, buscando consolidar a Taurito como un "referente internacional" y reforzar la posición competitiva de Canarias en el turismo global.