Endesa, a través de su filial renovable Enel Green Power España (EGPE), lanza formalmente este jueves la planta fotovoltaica 'El Matorral' en los terrenos de la Central Térmica de Barranco de Tirajana, es más que una simple inauguración. Es un cambio de paradigma para la estrategia energética de los sistemas insulares españoles y una señal positiva para los inversores internacionales que valoran la resiliencia en mercados aislados. La instalación de 9.3 MW de potencia solar junto con un sistema de almacenamiento en baterías de litio de 10.37 MWh —la mayor capacidad de almacenamiento en una planta solar en Canarias— aborda directamente el principal desafío de la transición energética en las islas: la intermitencia de las renovables.
La integración de baterías no es un mero añadido tecnológico; es un seguro de estabilidad. En un sistema eléctrico no interconectado como el canario, la introducción masiva de solar y eólica conlleva riesgos de blackout o fallos de frecuencia. Al hibridar la planta de El Matorral, Endesa logra la mitigación del riesgo operacional: La capacidad de almacenar 10.37 MWh permite inyectar energía a la red de forma constante y programada, estabilizando el suministro y reduciendo la dependencia de las plantas térmicas tradicionales (que coexisten en el mismo enclave de Barranco de Tirajana). Esto reduce la prima de riesgo inherente a la inversión en sistemas insulares.
El proyecto, con una inversión de 11,5 millones de euros (de los cuales 5,69 millones provienen de los fondos Next Generation de la UE), es un ejemplo de cómo los fondos europeos están siendo canalizados para impulsar la transición tecnológica. Para el inversor, la cofinanciación reduce el capital en riesgo de la utility mientras asegura una infraestructura crítica y alineada con los objetivos de la UE.
La estrategia de construir la planta solar dentro de los terrenos antropizados de una antigua central térmica maximiza la eficiencia del uso del suelo, un recurso escaso en las islas. La puesta en marcha (prevista para principios de 2026, si bien la noticia simula su inauguración en este momento de octubre de 2025) de esta tecnología en Canarias tiene un impacto geopolítico crucial. Es una demostración de la determinación de España por cumplir su objetivo de descarbonización en 2040 en los archipiélagos.
Con la capacidad de abastecer a más de 3.000 hogares, 'El Matorral' se convierte en un símbolo de la transición: el sol capturado durante el día es liberado durante la noche, permitiendo que las islas dependan menos del gasóleo y más de la tecnología de baterías de litio, cuyo desarrollo y cadena de suministro se convierte, por extensión, en un nuevo factor de riesgo y oportunidad a vigilar en el Atlántico. Para Endesa, este proyecto no es solo un avance ambiental (evitará 1.874,5 toneladas de CO₂ anuales); es la consolidación de su papel de liderazgo en la reestructuración del mercado energético canario, un movimiento de utility que asegura su posición de mercado en la era post-fósil.