La adquisición del 45% de la matriz canaria de Canaragua por parte del vehículo de inversión Archipélago Aguas es un movimiento estratégico de calado que reubica el control de un recurso vital —el agua— en manos de un consorcio local de primer nivel. La alianza entre la experiencia global del gigante francés Veolia y el conocimiento territorial de grupos como Martinón, Domingo Alonso y Satocan sienta un precedente para la gestión de infraestructuras críticas en zonas de estrés hídrico. Veolia en 2025 compró Electrimega, como adelantó Maspalomas24H.
Esta operación, que abarca el perímetro societario de Canaragua (incluyendo Medioambiente, Canat y participaciones en empresas municipales como Teidagua y Aguas de Telde), no es una mera transacción financiera; es un blindaje estratégico ante los retos hídricos y energéticos del Archipiélago. El capital canario, a través de Archipélago Aguas, ha conseguido un asiento mayoritario en la estrategia de la compañía que gestiona el ciclo integral del agua para más de 1.5 millones de clientes y 30 municipios en las ocho islas.
La entrada de socios locales responde a una estrategia "orientada a fortalecer el posicionamiento de la empresa y acelerar su crecimiento" mediante la captación de nuevas oportunidades. Esto se traduce, para el inversor, en la reducción del riesgo regulatorio y social. Al estar el 45% del capital en manos de key players de la economía canaria, la empresa gana un arraigo y una legitimidad cruciales para afrontar proyectos de gran impacto ambiental y público. El valor real de esta alianza no reside en la valoración de la compra, sino en el "ambicioso plan integral de crecimiento" que se prevé. La declaración conjunta subraya un enfoque claro en tres ejes que son críticos para la sostenibilidad de la inversión turística:
Digitalización y Eficiencia Energética: La gestión del agua en Canarias es intensiva en consumo eléctrico (por la desalación y el bombeo). El plan prevé inversiones que buscan descarbonizar y regenerar recursos, alineándose con los objetivos de transición ecológica de la UE y reduciendo los costes operativos. La experiencia de Veolia, combinada con el músculo local, apunta a la economía circular. Esto es vital para el sector turístico de alto rendimiento (como el de Maspalomas, visto en crónicas anteriores), que exige una gestión de residuos y recursos hídricos con un estándar de sostenibilidad superior.
La presidencia del futuro consejo de administración en manos del actual consejero delegado, José Juan González, garantiza la continuidad del management local y un profundo conocimiento de la idiosincrasia de la gestión insular. En un Archipiélago con una vulnerabilidad hídrica estructural, esta alianza combina el saber-hacer técnico global de Veolia con la capacidad inversora y la influencia territorial del establishment canario. La operación Archipélago Aguas no es solo un negocio; es una póliza de seguro hídrico para el futuro económico de las islas.
