El sector turístico de Gran Canaria ha recibido una inyección de capital significativa con la finalización de la "gran modernización" del antiguo H10 Playa Meloneras, ahora renombrado y reposicionado como el H10 Playa Meloneras Horizons Collection. Tras tres año, la maniobra de la cadena H10 no es una simple renovación; es una movida estratégica de re-branding destinada a asegurar un yield (rendimiento) superior en la zona más exclusiva de la isla.
El coste de esta extensa renovación, aunque no se ha hecho público, implica una revalorización sustancial del activo, esencial para justificar la nueva marca H10 Horizons Collection, que apunta directamente al segmento de viajeros "más exigentes". Diferenciación de Habitaciones: La división entre las Habitaciones Privilege (tonos coral y cabeceros de madera) y las Superiores (estilo mediterráneo con hilo de yute) permite una política de precios más dinámica y garantiza la capacidad de la cadena para capturar múltiples puntos de precio dentro del nicho premium. El aumento de las habitaciones accesibles (de cuatro a once) también se alinea con las nuevas normativas de mercado.
La diversificación culinaria es el argumento de venta más sólido y la estrategia principal para retener el gasto del huésped dentro del complejo, un factor crítico para el control del yield. La oferta gastronómica, ya la "más completa" de Meloneras, se ha ampliado con dos nuevos conceptos de alto valor: Sakura Teppanyaki: Un restaurante japonés con cocina en vivo, que apela al cliente de alto poder adquisitivo, ofreciendo una experiencia inmersiva. También tiene al Il Trastevere, cocina italiana con horno tradicional, cubriendo el nicho de mercado familiar de lujo.
La transformación del restaurante Tamadaba hacia un concepto de show-cutting y show-cooking en vivo es un intento por des-masificar la experiencia buffet, buscando el valor de la personalización y la calidad por encima de la cantidad, mitigando el riesgo de la "guerra de precios". La inversión de H10 es una señal para la competencia (y para los turoperadores): la marca está dispuesta a invertir el capital necesario para mantener la posición de Gran Canaria como destino de calidad frente a competidores como Marruecos o Turquía, que apuestan por la agresividad en costes.
Sin embargo, el riesgo subsiste: el enfoque casi exclusivo en el segmento premium de cinco estrellas en Meloneras, aunque rentable a corto plazo, puede generar una sobredependencia de un nicho de mercado volátil. La estrategia de re-branding de H10 funciona, pero solo si la infraestructura externa del destino (conectividad aérea, seguridad y gestión del sobreturismo, como se analizó anteriormente) se mantiene al mismo nivel de excelencia que la inversión privada que acaba de ejecutar la cadena hotelera.

































