La histórica y cómoda hegemonía de la compañía de transportes Salcai (Global) en el sur de Gran Canaria enfrenta un desafío estratégico de alto calibre. La multinacional ALSA, utilizando su marca local Canary Shuttle, llevará la batalla por la movilidad en el principal motor turístico de la isla hasta el ring global de la World Travel Market (WTM) de Londres, buscando erosionar el relato del "monopolio necesario" que ha caracterizado al transporte interurbano canario durante décadas. Obviamente Salcai dirá que no opera en el mismo segmento pero ALSA quiere comer de las líneas al aeropuerto y eso se hace con lobby máxime cuando en el Cabildo de Gran Canaria hay una tricefalia: Lo que piensa el PSOE, lo que dice Nueva Canarias y ahora Primero Canarias (Prica).
Del 4 al 6 de noviembre, ALSA/Canary Shuttle ocupará un lugar prominente en el stand N5-210 de Islas Canarias, con la intención explícita de "crear conexiones" y buscar "nuevas oportunidades de colaboración". Este movimiento no es inocente: es una agresiva estrategia de business development enfocada directamente en los grandes turoperadores y brokers de viajes internacionales que tradicionalmente han nutrido a Salcai con el flujo constante de turistas que van del aeropuerto a los resorts del sur.
Salcai ha justificado durante medio siglo su posición dominante por la complejidad de la gestión de rutas y la necesidad de una oferta integrada. Sin embargo, la entrada de ALSA —un gigante con experiencia en gestión de transporte en múltiples mercados y una capacidad financiera inigualable— convierte esta "necesidad" en un simple monopolio empresarial susceptible de ser atacado con una mejor tecnología, networking y visión global. La presencia de Canary Shuttle en la WTM, integrándose en la "tropa" oficial canaria, busca precisamente legitimar su rol como actor clave ante los ojos de TUI, Jet2 y easyJet, con quienes el Gobierno de Canarias se reunió esta semana.
El mensaje de ALSA es claro: la nueva conectividad turística en el sur de Gran Canaria se pacta en Londres, no solo en la oficina de la Consejería en Las Palmas. El contexto de la WTM refuerza la apuesta de ALSA/Canary Shuttle: el mercado británico es el verdadero sostén del turismo canario. Reino Unido es el principal mercado, con más del 20% de sus visitantes siendo repetidores (más de 10 veces). Este turista fiel conoce el producto y busca eficiencia en sus traslados.El mercado británico no solo viene más, sino que gasta más. Aumentó su cuota de facturación turística total al 33,4% en el primer semestre de 2023, con un gasto medio por viaje de 1.340 euros.
Para ALSA, asegurar contratos de transfer y rutas privadas con los turoperadores (Jet2, TUI) que traen a este turista de alto gasto y alta fidelidad es la ruta directa para desmantelar la estructura de Salcai en el sur, utilizando la presión del networking internacional que ha sido históricamente la mayor debilidad de la empresa local.La WTM no es solo una feria de promoción de sol; es el tablero de ajedrez donde se está jugando el control del lucrativo negocio de la movilidad del turista británico en la zona de Maspalomas. Salcai ha sido advertida.

































