Mientras el sur de Gran Canaria se prepara para la promoción internacional en eventos de alto perfil –como la Gran Canaria Swim Week 2025 en Pasito Blanco, mencionada en la agenda local–, el verdadero frente de batalla para la gobernanza insular es otro: la gestión de la crisis climática en la interfaz urbano-forestal (IUF). El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha lanzado una advertencia directa a los alcaldes en una Asamblea de emergencia: es imperativo que los municipios refuercen la planificación y los recursos contra los incendios forestales. El mensaje, aunque de alcance insular, resuena con especial urgencia en la Cuenca de Tirajana, un punto rojo identificado por el Jefe de Emergencias del Cabildo, Federico Grillo.
El análisis técnico revela que el mayor riesgo de incendios no se concentra únicamente en las cumbres, sino en las medianías del norte y en la cuenca de Tirajana. Esta última, que abarca el municipio de San Bartolomé de Tirajana (Maspalomas), presenta un escenario de peligrosidad elevado: Una cuenca que conecta zonas forestales con la costa de alta densidad. Y es que la convivencia de espacios naturales y grandes asentamientos urbanos (la IUF) crea una bomba de relojería en la gestión de emergencias.
El problema en Tirajana es una paradoja de riesgo y economía. La zona es la locomotora turística de la isla, pero su vulnerabilidad frente al fuego amenaza directamente el activo económico que sustenta a Gran Canaria. El Cabildo insiste en que el futuro del territorio y la seguridad de la población dependen de que Maspalomas asuma su "papel crucial" en la "descarga de combustible vegetal, la creación de zonas seguras y el fomento de la autoprotección".
Morales insiste en que el sistema de defensa insular debe funcionar como un "reloj de precisión". Si bien el Cabildo ha invertido en un equipo de profesionales que es un "referente en España y Europa" en gestión forestal —con un dispositivo operativo durante todo el año y el inminente apoyo del 'céntimo forestal'—, este engranaje depende del "eslabón crucial" municipal. La presión política sobre los ayuntamientos de la cuenca, como San Bartolomé de Tirajana, se intensifica: La planificación frente a incendios debe integrarse en los planes municipales de emergencias. Se requiere acelerar la ejecución de los Planes de Cooperación Municipal y el Fdcan, que inyectan millones de euros en proyectos. Morales y el consejero Carmelo Ramírez han sido explícitos sobre la necesidad de acelerar la presentación y desarrollo de iniciativas.
La capacidad de Maspalomas para implementar ordenanzas efectivas y movilizar sus unidades de Protección Civil será la prueba de fuego de esta estrategia insular. El riesgo es que la inacción municipal mine el sofisticado dispositivo insular, poniendo en peligro no solo estas áreas naturales, sino el futuro económico del principal destino turístico de Gran Canaria.






























