Una preocupante desconexión entre el management corporativo de las grandes cadenas hoteleras y la realidad del consumidor digital está emergiendo como un riesgo significativo para la rentabilidad del sector de lujo en el sur de Gran Canaria. Un domain broker con sede en el Reino Unido ha revelado en redes sociales cómo las corporaciones están sacrificando activos digitales clave que dirigen el tráfico directo de alto valor, obligándose a pagar comisiones más altas a intermediarios.
El epicentro de esta alarma es la decisión, aparentemente trivial, de abandonar dominios de ubicación crítica como MaspalomasHotel.com. Thomas Butler, propietario del dominio, explica que la oficina central de una cadena decidió desvincular la web local para redirigir el tráfico a la página corporativa de marca. "Mi reacción fue simple: Guau. Podría terminar costándoles dinero real", asegura Butler, cuya firma ahora gestiona 27 dominios de ubicación en las Islas Canarias.
Para cualquier inversor con dedos de frente, esta decisión no es un simple error de mercado; es una amenaza directa al Net Operating Income (NOI) de los activos de Maspalomas. Al no capturar reservas a través de términos de búsqueda genéricos y de alta intención transaccional —como "Playa del Inglés Hotel" o "Mogan Family Hotel"—, las cadenas se vuelven dependientes de las Online Travel Agencies (OTAs).
"Recogimos el dominio MaspalomasHotel.com en una subasta, lo que llamamos en el negocio un dominio abandonado. Por curiosidad, revisé el nombre en Archive.org y pude ver que anteriormente había sido un sitio web de hotel activo. Pensando que debía haber sido abandonado por accidente, llamé al hotel y dije: "¿Querías dejar ir este nombre? Puedes recuperarlo, de lo contrario perderás muchos negocios". La persona con la que hablé respondió: "No, la oficina central nos dijo que lo dejáramos porque ahora estamos en la página de la marca corporativa", relata Butler.
"Gestionamos 27 dominios de ubicación de hoteles en las Islas Canarias. Pero para ser claros, no somos un hotel y no estamos en la industria de las vacaciones. Somos una empresa digital que compra y crea activos en línea que llevan a los clientes directamente a los sitios web",destaca.
Los hoteles de hoy necesitan comprender los conceptos básicos de cómo sus clientes realmente buscan. Rara vez es el nombre de la marca que la gente escribe: se trata de la ubicación y el tema. Búsquedas como Maspalomas Hotel, Playa del Inglés Hotel, Mogan Family Hotel, Adults Only Hotel, Cyclist Hotel, Health Spa Hotel, All-Inclusive Hotel: estos son los términos de búsqueda reales que traen reservas.
La consecuencia es inmediata: cada reserva captada a través de Booking o Expedia implica una comisión que puede oscilar entre el 15% y el 25% del precio de la habitación. Al sacrificar el tráfico orgánico, la cadena reduce drásticamente las reservas directas, que son las de mayor margen. Este error de cálculo digital en la cúpula corporativa es lo que permite a empresas de activos online como la de Butler capitalizar la demanda real del consumidor.
La lección para los propietarios e inversores en el real estate turístico de Maspalomas es clara: el valor futuro de un hotel no dependerá solo de sus metros cuadrados y su calificación de estrellas, sino de la fortaleza de su canal de reserva directa. La eficiencia digital se está convirtiendo en un factor de riesgo en la valoración de activos (valuation).
Las entidades financieras y los fondos de inversión que evalúan el sector canario deben ahora incluir un riguroso examen sobre la estrategia de adquisición de clientes. La golden mile de Maspalomas exige una estrategia digital que honre su valor geográfico, una lección básica de e-commerce que, por ahora, parece estar siendo ignorada por los grandes players en detrimento de sus propios márgenes.
