El mercado inmobiliario de San Bartolomé de Tirajana mantiene su escalada según Fotocasa. En octubre de 2025, el precio medio de compraventa se sitúa en 3.754 euros por metro cuadrado, consolidando al municipio como el más caro del sur de Gran Canaria y uno de los más tensionados del Archipiélago. El valor medio de un inmueble alcanza los 240.674 euros, impulsado por la fuerte demanda de segundas residencias, inversores extranjeros y operadores turísticos que buscan apartamentos para explotación vacacional.
La brecha de precios según tipología es significativa. Las viviendas de una o dos habitaciones son las más caras del municipio, con 4.464 €/m² y 5.012 €/m² respectivamente, mientras que las de tres habitaciones bajan a 2.528 €/m², y las de cuatro o más rondan los 2.571 €/m². El diferencial refleja la preferencia del mercado por inmuebles compactos en zonas como Playa del Inglés, Maspalomas o Meloneras, donde la escasez de suelo y la presión del alquiler vacacional elevan los precios por encima de la media insular.
Entre las características más valoradas por los compradores destacan la terraza (4.745 €/m²) y el ascensor (4.504 €/m²), seguidas de los inmuebles amueblados (3.948 €/m²) o con plaza de parking (3.625 €/m²). Actualmente existen 513 inmuebles en venta, con una superficie media de 50 m², una habitación y situados en plantas intermedias.
En el mercado del alquiler, los precios también registran máximos históricos. El coste medio alcanza los 22 €/m², con una renta mensual de 1.383 euros por vivienda. Las diferencias por tamaño y número de habitaciones son más contenidas, aunque los apartamentos de dos dormitorios alcanzan los 1.512 euros mensuales, frente a los 1.358 euros de los estudios o pisos de una habitación. Las viviendas con terraza o parking superan ligeramente los 1.400 euros al mes.
El municipio cuenta con 198 viviendas en alquiler activas, una cifra que evidencia la limitada oferta frente a la demanda, especialmente en zonas turísticas donde muchos propietarios optan por la modalidad vacacional. La falta de stock estructural y la reconversión del parque residencial hacia usos turísticos son factores clave en la escalada de precios. Con un mercado que combina presión turística, vivienda escasa y alta rentabilidad por alquiler, San Bartolomé de Tirajana consolida su posición como un termómetro del modelo inmobiliario del sur de Gran Canaria: un destino donde el acceso a la vivienda habitual se complica y el atractivo turístico continúa marcando el ritmo del ladrillo.
