La decisión de la Comisión Europea de elevar de 7 a 20 euros la tasa de solicitud del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS) ha encendido las alertas en el sector turístico del sur de Gran Canaria, que teme un impacto en el turismo extracomunitario a partir de finales de 2026, cuando el sistema entre en vigor. La medida, adoptada por la Comisión a comienzos de octubre de 2025, busca —según Bruselas— “cubrir los costes operativos y las nuevas funcionalidades” del sistema, que se aplicará a los viajeros exentos de visado que deseen entrar en el espacio Schengen. El incremento deberá superar ahora un periodo de revisión de dos meses en el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo, por lo que su validación final podría llegar antes de enero de 2026.
El ETIAS se pondrá en marcha oficialmente en el último trimestre de 2026, previsiblemente en octubre, según el calendario operativo publicado por Frontex y la Dirección General de Asuntos de Interior. A partir de ese momento, turistas procedentes de países como Reino Unido, Estados Unidos, Canadá o Chile deberán tramitar en línea una autorización de viaje antes de llegar a cualquier país del espacio Schengen, incluida España.
El sector hotelero del sur de Gran Canaria teme que la subida del coste —de 7 a 20 euros— desincentive a parte del turismo de corta estancia, especialmente entre los visitantes británicos y nórdicos, que representan cerca del 65% de las pernoctaciones extranjeras en Maspalomas y Mogán. "No es el importe en sí, sino el mensaje que se transmite: más burocracia y más costes para viajar a Europa", lamenta una fuente del sector alojativo del sur, que recuerda que Reino Unido ya impone su propio ETA con tasas similares.
El ETIAS, inspirado en el sistema ESTA de Estados Unidos, requerirá una solicitud digital válida por tres años o hasta la caducidad del pasaporte. Bruselas insiste en que el proceso será “rápido, automatizado y seguro”, con un tiempo de aprobación medio inferior a 15 minutos, salvo en casos que requieran revisión adicional. El sur de Gran Canaria es especialmente vulnerable a cualquier fricción en los flujos turísticos. Con más de 12 millones de pasajeros anuales por el aeropuerto de Gran Canaria, y una dependencia del 40% de los mercados extracomunitarios, un descenso de apenas un punto porcentual podría suponer pérdidas de hasta 25 millones de euros al año.
Los expertos recuerdan que, aunque los viajeros menores de 18 años y mayores de 70 estarán exentos del pago, los costes familiares podrían acumularse: una familia británica de cuatro miembros deberá abonar 80 euros por la autorización, además de los vuelos y el alojamiento. Desde la Comisión Europea, un portavoz de Asuntos de Interior defendió que la actualización del precio “responde al incremento de la inflación y a la necesidad de equiparar el ETIAS a otros programas equivalentes, como el ETA británico o el ESTA estadounidense”. El texto oficial subraya que el objetivo es “mantener la sostenibilidad financiera del sistema” y reforzar la seguridad fronteriza europea, evitando el acceso de personas consideradas de riesgo antes de su llegada al territorio Schengen.
La entrada en vigor del ETIAS en octubre de 2026 supondrá un cambio estructural en la movilidad turística hacia Canarias. Aunque el coste individual parece asumible, el sector teme que su acumulación, junto a la inflación en origen y los nuevos requisitos digitales, reduzca el atractivo de destinos como Maspalomas, Playa del Inglés o Puerto Rico frente a competidores como Turquía o Egipto, donde las condiciones de entrada son más flexibles. “Europa está blindando su frontera, pero también encareciendo su hospitalidad”, resume un empresario turístico de Meloneras.















