Sábado, 08 de Noviembre de 2025
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MASPALOMASLa Nación Wet’suwet’en visita al sur de Gran Canaria: diplomacia verde y dilemas éticos sobre la transición energética

La Nación Wet’suwet’en visita al sur de Gran Canaria: diplomacia verde y dilemas éticos sobre la transición energética

GARA HERNÁNDEZ - M24H Sábado, 08 de Noviembre de 2025

Una delegación de la Primera Nación Wet’suwet’en, procedente de Columbia Británica (Canadá), visitará este noviembre el sur de Gran Canaria para conocer de primera mano los complejos eólicos y fotovoltaicos que Ecoener opera en el municipio de San Bartolomé de Tirajana. La visita refuerza una alianza inédita entre el grupo español y las comunidades indígenas canadienses para impulsar proyectos de energía limpia a ambos lados del Atlántico.

El encuentro llega tras meses de cooperación. Ecoener —compañía gallega con más de 35 años de experiencia en energías renovables— firmó recientemente un acuerdo con la Nación Wet’suwet’en para desarrollar proyectos eólicos y solares en la Columbia Británica, donde la compañía ya participa, junto a la Primera Nación Lheidli T'enneh, en un parque eólico de 140 MW.

Además, la comunidad Wet’suwet’en será copropietaria de una línea de transmisión de 6.000 millones de dólares canadienses, promovida por el Gobierno de Columbia Británica y compartida entre varias Primeras Naciones, lo que marca un hito en la soberanía energética indígena. “Soplan vientos de cambio, y nos alegra decir que soplan en la dirección correcta”, declaró el jefe Elgin Cutler, durante su encuentro en Madrid con el embajador de Canadá en España, Jeffrey Marder. La delegación canadiense llegó a España el fin de semana, con escalas en Madrid y Ourense, donde visitó las centrales hidroeléctricas de Cierves, Arnoia y Penada, antes de desplazarse al sur de Gran Canaria, considerado por Ecoener un laboratorio natural para la integración de renovables.

En San Bartolomé de Tirajana, los representantes de la Nación Wet’suwet’en conocerán los sistemas híbridos de generación eólica y fotovoltaica de la compañía, así como los avances en almacenamiento energético y eficiencia que definen el concepto de “ecoisla”, clave para la transición verde del archipiélago.

“Compartimos con la Nación Wet’suwet’en una visión de desarrollo sostenible basada en el diálogo y la colaboración”, explicó Luis de Valdivia, presidente de Ecoener. “Esta alianza nos permite avanzar en proyectos que respetan el entorno y las comunidades locales”.

Sin embargo, el viaje de la delegación llega en un momento delicado. Según Amnistía Internacional, los jefes de la Nación Wet’suwet’en llevan años oponiéndose a la construcción de un gasoducto a través de sus tierras por parte de la empresa Coastal GasLink, un megaproyecto que avanza sin el consentimiento libre, previo e informado de la Nación y sin atender a sus preocupaciones.

El gasoducto, según la organización, ha causado destrucción ambiental y apartado al pueblo Wet’suwet’en de su territorio ancestral, impidiéndole realizar actividades tradicionales como la caza y la pesca debido a los daños al bosque. El acceso a gran parte de la tierra está restringido para la comunidad, salvo para la empresa constructora, su empresa de seguridad privada y la policía canadiense.

Amnistía denuncia que los miembros de la Nación han sufrido hostigamiento, vigilancia e intimidación, con registros policiales en sus campamentos, quema de cabañas y casos de violencia de género contra mujeres defensoras del territorio. Varios activistas se enfrentan hoy a procesos judiciales y posibles penas de prisión por defender su derecho a decidir qué proyectos se desarrollan en sus tierras ancestrales.

La organización recuerda que la Nación Wet’suwet’en tiene derecho a ejercer su autodeterminación económica mediante el consentimiento libre, previo e informado, y a vivir en condiciones de seguridad y dignidad. La continuidad de la obra, sostiene Amnistía, es “ilegítima y poco ética”.

La visita a Canarias adquiere, así, una dimensión simbólica y política. Mientras Ecoener presenta su modelo de generación limpia y colaboración comunitaria como ejemplo de transición justa, la controversia en Canadá revela las tensiones que aún persisten entre desarrollo económico y respeto a los derechos de los pueblos indígenas.

Para Canarias, el encuentro proyecta una imagen de territorio pionero en transición ecológica insular, capaz de atraer inversión internacional y servir de modelo de autosuficiencia energética a otros archipiélagos del mundo. Pero también plantea un espejo ético: cómo garantizar que la energía verde global no repita las viejas lógicas extractivas bajo un nuevo color.

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